La saliva de una servilleta puede decidir una herencia de dos millones en Vilalba
Vilalba
Presentan en el juzgado vilalbés una demanda de paternidad para que se reconozca la filiación de un vecino de Vizcaya con su padre lucense
16 Dec 2019. Actualizado a las 11:31 h.
Un vecino de Vizcaya de 39 años acaba de presentar en el juzgado de Vilalba una demanda para que se le reconozca su condición de hijo de una persona que falleció a finales del 2017 y que dejó en herencia un patrimonio que ronda los dos millones de euros. El encargado de llevar el caso es el mediático abogado Fernando Osuna (especialista en llevar casos de este tipo, algunos en Galicia, y famoso por casos como el del Cordobés o Samuel Eto'o, entre otros), quien presentó el pasado en jueves en Vilalba un detallado informe que incluye los resultados de una prueba de ADN, que se consiguió a través de la saliva que dejó en una servilleta un hermano del fallecido, y que coincide en un 99,9 % con la del demandante. Esta prueba se consiguió a través de un detective.
«Hay amplia jurisprudencia del Supremo y del Constitucional que avala que un detective puede conseguir pruebas sin son para una finalidad lícita, sacadas de un lugar público y a través de objetos que no tengan valor», explica Osuna para defender que se obtengan pruebas de ADN a través de servilletas, restos de la basura o colillas.
Con el análisis que preparó un laboratorio de Zaragoza, especializado en cotejar ADN, y con el informe del detective, Osuna y su cliente presentaron en el juzgado la demanda de paternidad, aunque antes «se remitió un burofax a varios familiares biológicos para ver si lo reconocían como hijo del fallecido, como respuesta contestan que desconocen este hecho, es decir la condición de hijo del reclamante».
Los hechos se remontarían a una relación entre 1976 y 1980 que mantuvo el fallecido, una persona con amplio patrimonio, y la madre del demandante, de economía modesta. Al parecer se conocieron «en ciertos comercios de Lugo» y fruto de la relación ella tuvo un hijo, rompiéndose la relación, «que era perfectamente conocida por la gente de ambos pueblos de Lugo». Ella se marchó a vivir a Vizcaya.
El presunto padre biológico falleció en el 2017, sin dejar testamento y sin hijos, pasando la herencia a los hermanos y sobrinos, pero si finalmente se dicta una sentencia a favor del demandante, toda la herencia sería para el. «Tras varios años meditándolo con sus allegados, ha sacado fuerzas e ilusión para reclamar un derecho, que le pertenece y que siempre lo han tenido en su interior, además de por dignidad y la de su madre», relata el abogado.
La extracción del ADN encontrado en una servilleta de papel usada por un hermano del padre biológico en un pueblo de Lugo, concluye, según la demanda presentada en el juzgado de Vilalba: «El análisis estadístico derivado de los datos genéticos obtenidos, ha establecido que ambos (tío y sobrino) está emparentados vía paterna». El abogado indica que hay numerosas fotografías que evidencian el parecido físico y además que acreditan la relación que tuvieron el presunto padre y la madre del demandante.
Fernando Osuna señala que ahora el juez, con los indicios que le presentaron, espera que abra la investigación y en menos de un año se pueda celebrar el juicio. «Nosotros presentamos indicios, porque es evidente que la prueba de ADN no tiene todas las garantías, pero si hay una sospecha. Lo habitual es que el juez pida que se repita la prueba ya con médicos y garantías. A veces los demandados se niega, como pasó con Julio Iglesias, pero el juzgado los castiga porque tienen obligación», explica este abogado, que ha llevado casos en todas las provincias de Galicia.