La zona azul de Vilalba continúa en lista de espera

La zona azul de Vilalba sigue en un callejón sin salida. En los últimos años se han sucedido las propuestas, que llegan al pleno, se debaten y no logran la eficaz salida que conllevaría la aplicación de la medida. El pleno de esta semana supuso un nuevo capítulo del guion, acompañado de novedades teóricas y falto de plazos concretos para la ejecución.

El gobierno local está elaborando una propuesta para aplicar la zona azul en el centro urbano. Lo novedoso es que su aplicación se vincula con el plan de movilidad, una iniciativa cuya redacción encargó el actual ejecutivo a una empresa y para cuyo desarrollo espera contar con fondos europeos. La relación de la zona azul con dicho plan fue introducida por el PSOE en una proposición presentada por Vilalba Aberta, finalmente aprobada. El ámbito de aplicación de la zona azul no está concretado, precisamente porque el citado plan de movilidad aún no se aplica.

«Hai que mirar todo», precisa el concejal de Infraestruturas, Luis Fernández, convencido de que mientras el plan no esté concretado no se puede detallar qué calles abarcará la zona azul. La propuesta de Vilalba Aberta incluía la rúa da Pravia, Campo de Puente (hasta el cruce con Domingo Goás), Plácido Peña (hasta el cruce con Cidade de Viveiro), Galicia (hasta el cruce con García Hermida) y avenida da Terra Chá (hasta el cruce con la calle Guitiriz).

Hace seis años, el BNG presentó en el pleno una propuesta para implantar la zona azul en tres calles (Galicia, Plácido Peña y la rúa da Pravia), planteando además que el Concello comprase discos y los repartiese por negocios para que los conductores los recogiesen. Aunque la iniciativa quedó en vía muerta, el Concello estudió en el pasado mandato la aplicación de esta medida: el gobierno local preveía que abarcase solamente la rúa da Pravia y que debía estudiarse cómo se gestionaría y si se iba a cobrar o no por su uso. Tampoco llegó a aplicarse, si bien sirvió para alimentar el debate político: Vilalba Aberta afirmó que la gestión de la zona azul debía corresponder al Concello y no ser usada para recaudar a costa de los vecinos.

El actual gobierno llegó a cerrar alguna vez al tráfico -en el San Ramón y en Navidad, por la celebración de la carrera de San Silvestre- la rúa da Pravia, argumentando que así disfrutaban más los peatones. La zona azul, en cambio, sigue en espera.