Una apuesta por la agricultura local para potenciar la plaza de abastos de Vilalba
Vilalba
Vendedores de la agrupación A Estruga empiezan a vender los martes y los viernes
19 Jan 2024. Actualizado a las 19:00 h.
Agricultura de cercanía en Vilalba para dinamizar la plaza de abastos. La agrupación A Estruga, formada por productores del municipio vilalbés y del vecino de Xermade, empezó este viernes a vender sus productos en el edificio. Lo hará los martes y los viernes, días de mercado en la capital chairega.
La idea con la que los miembros de A Estruga, que también tiene su sede en el municipio xermadés, acuden a Vilalba es encontrar salida para sus pequeñas producciones. Entre los miembros hay pequeños productores del sector agropecuario e incluso una quesería de la Denominación de Orixe San Simón da Costa (Don Gabino). Suelen acudir a ferias y mercados sectoriales, y esta es la primera experiencia de venta directa al público en un recinto estable.
A la primera cita acudieron Inés López, que elabora dulces en la localidad xermadesa de Cabreiros, y otros que trabajan en Vilalba: Amanda López (agricultora de Goiriz), Marta Vázquez (agricultora y ganadera de Noche), Mar Trastoy (apicultora de Lanzós), Iván Díaz (agricultor y apicultor de Lanzós) y Cristina Román (quesera de San Simón da Costa).
Marta Vázquez, agricultora: «Ás veces non dás chegado á xente»
La primera jornada parecía satisfactoria. «Trouxen patacas, o único que teño agora», decía Marta Vázquez. Le parece interesante la apuesta porque así, dice, tendrá un sitio donde vender los excedentes y contactar con nuevos clientes. «Ás veces non dás chegado á xente. Levo vendido patacas recentemente polo boca a boca. Aquí, ademais, tampouco tes que vir todos os días», aseguraba.
De hecho, una de las características con las que los miembros de A Estruga acudirán a la plaza de abastos de Vilalba es la de turnarse. Lo previsto es que cada día acudan dos vendedores, de modo que así se dispondrá de más tiempo para asuntos personales.
Para una vendedora como Marta Vázquez, hay que esperar una buena reacción del público. «Creo que a xente se vai dar conta dos produtos que hai aquí e de que paga a pena comer cousas sas. Unha maneira de que nos vexan é o contacto directo co produtor», explicaba.
Luis Flórez, placero: «Siempre es bueno que haya diversidad»
Luis Flórez se mostraba este viernes contento por la llegada de nuevos vecinos. Lleva casi treinta años acudiendo a Vilalba con pescado y marisco, pero en los últimos tiempos estaba solo en el mercado, al que acude los martes y los viernes, tras haber ido cerrando los otros puestos. «Siempre es bueno que haya diversidad», comentaba.
Esa presencia de puestos es vista por Flórez como una forma de potenciar la plaza de abastos. «Que la gente pueda comprar de todo» le parece la fórmula idónea para captar clientes. «Tengo clientes que me dicen "guárdame la bolsa, que voy al supermercado"», afirmaba.
Un edificio reformado y con poco uso
La búsqueda de más vendedores y de más actividad para la plaza de abastos era un objetivo en el que trabajaba el Concello. Las instalaciones se reformaron en la pasada década, con una inversión que superó los 200.000 euros. Los trabajos implicaron que el sótano pasase a acoger a los vendedores, que antes se instalaban en la planta baja, con entrada por la plaza de la Constitución.
Al principio de la nueva etapa había pescaderías y otros puestos de alimentación. Estos fueron cerrando, y solo quedaron los dos pescaderos. Desde hace unos años, solo Luis Flórez, con su pescado y su marisco, da animación al recinto. La planta baja del edificio, donde antes estaban los vendedores, fue elegida por el Concello para ubicar la Unidade de Atención Temperá. En el anterior mandato, siendo alcalde Agustín Baamonde, se pensó en dedicarla a unidad de día para personas con alzhéimer.
La alcaldesa, Elba Veleiro, animó este viernes a los vilalbesa a comprar en la plaza de abastos, ya que eso, dijo, supone un apoyo a los agricultores de la zona.