La Voz de Galicia

España rentabiliza las ventajas del barril de petróleo a precio de saldo

Mercados

Ana Balseiro

Entre sus efectos positivos para el país, destacan que suaviza la inflación, tira de la demanda interna y equilibra la balanza de pagos. La factura puede abaratarse en 15.000 millones

24 Jan 2016. Actualizado a las 17:52 h.

Desde que comenzó a caer el precio del crudo, a mediados del 2014, España se ha ahorrado unos 15.000 millones en sus importaciones, según el cálculo del ministro de Industria, José Manuel Soria. Pero el alivio que supone un petróleo barato, columpiándose a duras penas en el hilo de los 30 dólares, será intenso también este año para el país si el precio medio del barril de Brent -el de referencia en Europa- se mantiene en esa frontera. De hecho, el ministro de Economía, Luis de Guindos, lo avanzó oficialmente el lunes, cuando, con el crudo a 28 dólares, señaló que el Producto Interior Bruto (PIB) de España podía crecer medio punto más de lo previsto este año, es decir, hasta el 3,5 %, «si el coste del petróleo se mantiene en los próximos meses en el entorno de los 30 dólares y con un tipo de cambio del euro similar al actual». La traducción es que el abaratamiento del crudo dejará en el país alrededor de 15.000 millones de euros, que fue en lo que el ministro calculó el ahorro anual.

La explicación está en los cálculos que el Gobierno realizó para confeccionar los Presupuestos Generales del ejercicio, en los que tomó como referencia que el precio del barril de crudo estaría de media en 62,5 euros (68,8 dólares), porque en la práctica la materia prima se ha abaratado más del 50 %. «En el momento en el que el petróleo baja, hay un montón de dinero que tenía que salir de España y que se queda en el país, con un gran impacto positivo», resume Julio Sequeiros, catedrático de Estructura Económica de la Universidad de A Coruña.

De Guindos sostuvo el viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que la economía española seguirá notando este año el «viento de cola» en el que se incluye el petróleo barato o la baja inflación -«un punto por debajo de lo que habíamos proyectado», apuntó- y que, pese a que también hay «vientos de cara», en forma de desaceleración mundial, España ha entrado en el 2016 con una velocidad de crucero del 3,5 %. Es decir, se mantiene el optimismo. Pero ¿en qué se traduce ese ahorro extra de 15.000 millones, que incluso podría ser superior si, como adelantan algunos analistas, el Brent sigue cayendo hasta los 20 dólares? ¿Cómo beneficia a la economía y cómo lo notan los ciudadanos?

Mayor demanda interna

«Una parte importante de ese dinero se queda en las familias, porque un petróleo más barato significa que baja el precio de la gasolina, lo que se traduce en una mayor renta disponible, que se destinará a consumo, pero también a ahorro. Es decir, que habrá una expansión de la demanda interna», explica Sequeiros, para poner el foco también en la inflación, ya que en nuestro país el alza de los precios viene determinada por dos vías: los salarios y las importaciones energéticas, es decir, el precio del petróleo. «Y los dos factores han desaparecido, porque con la crisis no hay incrementos salariales y el crudo baja», lo que, a su juicio, explica que el IPC haya cerrado en el 0 % el 2015 y que así mantenga su tendencia. 

«Porque no es solo la gasolina con la que llenamos el depósito del coche, serán también otros servicios, como el transporte en general, o el gasoil de la calefacción», entre los muchos usos que tienen los derivados del crudo y que impactan a la baja en el coste de la cesta de la compra sobre la que se determina la inflación.

Y lo mismo que ocurre en las familias se repetirá en las empresas: «Iban a tener una factura energética más elevada y ahora podrán destinar parte al ahorro y a pagar deudas de etapas anteriores, porque invertir no se está invirtiendo casi nada», comenta el catedrático.

Balanza de pagos

La primera consecuencia es que la balanza de pagos mejora y su saldo será positivo. De hecho, el ministro de Economía estimó que el 2015 se habrá cerrado con un superávit por cuenta corriente de la balanza de pagos por encima del 2 % y los efectos balsámicos para la economía española se trasladarán a un mayor crecimiento. Aunque De Guindos lo cifra en medio punto más de PIB, Sequeiros cree que el cálculo es conservador y que puede ser «incluso más».

Tampoco hay que perder de vista que se multiplican las voces que creen que tendremos petróleo aún más barato lo que «elevaría el ahorro en la factura por encima de los 1.900 millones mensuales, si finalmente se llega un barril a 20 dólares», explica Antonio Gallardo, experto en petróleo del portal iAhorro.com.

Según los últimos datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), hasta noviembre España importó la cifra récord de 59.199 toneladas, un 10,4 % más que en noviembre del pasado año y, en once meses, más  que en todo el 2015. Pero hay que tener en cuenta que estas históricas importaciones están influidas por el bajo precio, ante la previsión de que suba. 

 Junto a las ventajas inmediatas que un crudo barato tiene, los expertos también señalan riesgos. «En un momento en el que los precios de los productos apenas suben y en algunos casos bajan, si lo hacen los energéticos puede llevar a una época deflacionista que zancadillee el crecimiento», apunta Gallardo, mientras que Sequeiros pone el foco en la caída generalizada del precio de las materias primas, lo que está golpeando con dureza a todas las economías latinoamericanas, con Brasil a la cabeza. «Es una noticia horrible porque más del 60 % de los beneficios que repartieron las empresas del Ibex 35 vienen de ahí», advierte.


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