Un referente en fotovoltaica con parques en 4 continentes
Mercados
Inelsa construye una instalación en Panamá que dará servicio a 160.000 viviendas. La firma mantiene su ritmo de expansión desde que vio la luz a mediados de los años ochenta
13 Oct 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Inelsa es una marca que por sí sola abre puertas allí donde el sector energético necesita una empresa cualificada, tanto para proyectos de gran entidad, como una planta fotovoltaica en Dubái, como para dotar de un abastecimiento por energía solar propia a una granja de Lugo. Esta doble vertiente, de implicarse en grandes proyectos internacionales y atender la demanda incluso de los pequeños productores gallegos, ha convertido a esta firma con sede en Aios (Sanxenxo) en un referente en su sector, una historia de innovación y de continua expansión, un ejemplo de que en Galicia también se es pionero en un ámbito tan complejo y competitivo. Inelsa, empresa referente del grupo Hedomin, que abarca a un total de catorce filiales, ha ejecutado parques fotovoltaicos en cuatro continentes.
Su último gran encargo está en Panamá, en donde lleva a cabo la construcción del parque más grande del país centroamericano. Fíjense en las cifras: 150 megas, 1.500 kilómetros de conductores de cableados, 450.000 módulos de paneles fotovoltaicos, todo distribuido en una superficie de 300 hectáreas -equivalente a 500 campos de fútbol-. Cuando los instaladores gallegos terminen, este parque estará listo para dar servicio a 160.000 viviendas. Será «el más grande del país», como relata Manuel Domínguez, presidente de Inelsa. Este sanxenxino lleva en la empresa desde que nació y la dirige con sus hermanos, siguiendo la estela marcada por su padre, José Domínguez Pombo, que inició en 1966 su actividad como instalador de electricidad y fontanería y que dio origen a Inelsa en 1986. La empresa tiene dos ámbitos de acción. Por un lado, las instalaciones eléctricas convencionales. Por el otro, las renovables, energía fotovoltaica, termosolar y térmica, donde comenzaron a trabajar en 1998. «Fuimos pioneros en el siglo pasado en el sector fotovoltaico en conexión a red», precisa Domínguez.
Inelsa vio la oportunidad y la aprovechó tan bien que si uno quisiese visitar los parques donde han trabajado tendría que cruzar el Atlántico, a países como Argentina o México, o dirigirse a Oriente Medio, a lugares como Kuwait o Dubái, por citar algunos casos. Siempre a la vanguardia tecnológica y siempre preparados para retos de futuro, esta compañía gallega también ha desarrollado conciencia ecológica y ha certificado su huella de carbono para tomar medidas dirigidas a reducir el impacto ambiental de sus instalaciones gallegas. «Nuestro método de trabajo es la mejora continúa», concluye.
Una de las pocas compañías con dos gigavatios operativos
Inelsa tiene en su haber un logro que avala su papel innovador y su prestigio en el mundo. Manuel Domínguez explica que la compañía gallega es una de las pocas de capital español que ha instalado dos gigavatios, sumando la potencia de todos los parques en los que ha participado.
Por citar algunos de estos proyectos donde han trabajado los técnicos de Inelsa, solo en la planta de Dubái se activaron equipos que producen 125 megavatios. En Kuwait se construyó una planta termosolar de 50 megavatios complementada por otro parque fotovoltaico de igual potencia. Asimismo, una de las plantas fotovoltaicas de México produce 227 megavatios; mientras que en San Juan, en Argentina, el año pasado se instaló un parque de 70. Actualmente, además de la mayor planta en Panamá, Inelsa está ejecutando parques en España, Chile y México, proyectos a los que hay que añadir instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo en España y Chile.
La firma sanxenxina también destaca por sus valores organizativos. Y es que la empresa con sede en Aios dispone también de una política de igualdad con un elevado porcentaje de mujeres en puestos de dirección y responsabilidad, como ha destacado el informe 2018 sobre igualdad del observatorio Ardán de la Zona Franca de Vigo. Además, en el 2018, Inelsa se adhirió a la Declaración de Luxemburgo para la promoción de la salud y el bienestar de sus trabajadores.
Manuel Buján, director comercial de Inelsa
«La gente sabe que si estamos en un proyecto se hace bien y en plazo»
Manuel Buján conoce muy bien el proceso internacionalizador de Inelsa desde Sanxenxo al mundo.
—¿Cuál es la clave para este posicionamiento global?
—Ser punteros en tecnología, porque siempre nos llaman los clientes para hacer proyectos donde se emplea tecnología nueva y buscan una empresa que les dé una solución. Tenemos muy buen nombre en el sector, porque la gente sabe que cuando Inelsa va a un proyecto se va hacer bien y va a llegar siempre en plazo.
—¿De dónde es su personal?
—La gran mayoría de Galicia, pero también hemos incorporado personal de gran valía que ha trabajado con nosotros en proyectos en México, Chile o Rumanía.
—¿Cómo se prepara?
—La clave es que nuestro personal lleva más de diez años realizando instalaciones fotovoltaicas de todo tipo por todo el mundo. Antes de salir, primero se forman con instalaciones de autoconsumo y, luego, van con compañeros más veteranos en las grandes obras para formarse. La experiencia en campo es fundamental y por eso nuestros ingenieros pasan primero por obra antes de oficina, para conocer la realidad de las instalaciones y nuestra filosofía de trabajo y empresa.
—¿Por qué esta visión?
—Por necesidad. Nosotros comenzamos en 1998 con la fotovoltaica conectada en red y vivimos todo el gran crecimiento español hasta el 2008. Cuando el mercado español colapsó, se abrió el de Italia, luego el resto de Europa, Oriente Medio, América Latina... Fue el propio mercado el que nos llevó fuera.