Videojuegos para hacer irresistible el currículo

Cuando en agosto del 2018 la empresa francesa Dare.Win anunció que abriría un proceso de selección a través de Fortnite muchos tuvieron que mirar el calendario para asegurarse de que no se trataba de una inocentada. Bajo el lema «porque las entrevistas de trabajo son aburridas», esta agencia que colabora con grandes marcas como Netflix o Spotify anunció que organizaría una partida del popular videojuego a través de la cual elegiría a sus nuevos trabajadores. ¿El motivo? «Obtener la mayor visibilidad posible y destacar sobre otras agencias para atraer los mejores perfiles creativos posibles de todo el mundo».

Y, en definitiva, no les fue mal. Un total de 600 jugadores pidieron unirse a la partida, de los cuales 50 fueron finalmente entrevistados por el chat de voz de PlayStation mientras intentaban sobrevivir contra sus rivales.

Adaptarse o morir

Con este tipo de acciones queda patente que no solo los candidatos tienen que adaptarse a los nuevos tiempos, sino que también las empresas tienen que hacerlo para conseguir a los mejores trabajadores. Ante semejante reto, grandes corporaciones como Indra o Teva han recurrido a empresas especializadas en la aplicación de estas técnicas. Una de estas compañías es PsicoSoft, una consultora madrileña de recursos humanos que, después de más de 30 años de actividad, decidió aplicar la gamificación en su sector. Fue así como crearon en el 2014 una división de su marca especializada en videojuegos: Psicosoft eSports Academy.

Entre sus integrantes se encuentra Mónica Yáñez, socia directora de la empresa y natural de Vigo. Para ella, la consultora cumple la función de «ayudar a las compañías a emprender una transformación digital» utilizando el ocio tecnológico como herramienta. Yáñez valora muy positivamente de los eSports «la precisión con la que se pueden evaluar comportamientos que muchas veces a través de un análisis analógico son difíciles de observar». Por este motivo la socia de PsicoSoft cree en la conveniencia de añadir este tipo de fases digitales en los procesos de selección.

Aptitudes a prueba

Además del uso de videojuegos en las ofertas de empleos, el conocimiento que aportan a los usuarios puede ser clave para hacer destacar un currículo. Pablo Portilla es global talent acquisition manager del Banco Santander y, además, jugador de videojuegos. Para él, la clave de este tipo de perfil es que «desarrolla especialmente las soft skills», es decir, «las competencias ligadas a la inteligencia emocional como el trabajo en equipo, astucia en las relaciones interpersonales y aprendizaje al vuelo». «En definitiva, es una actividad repetitiva enmarcada en ciertas reglas pero al final cada partida es completamente distinta» como también lo puede ser una jornada laboral, comenta.

 Un candidato que sea jugador habitual destaca de la misma forma que «un deportista frecuente o alguien que hace teatro», comenta Pablo Portilla. «Cualquier actividad de las conocidas como extracurriculares exige disciplina y pasión», claves a la hora de incorporar a alguien a un equipo y en concreto en el ámbito de los videojuegos «te enseña a trabajar en equipo, generar lazos de confianza, resiliencia y a manejar la competitividad sana», concluye.

Por su parte, Mónica Yáñez añade que analizando una partida puedes descubrir «cómo una persona comunica, cómo da apoyo, cómo colabora, cómo toma decisiones con agilidad o cómo reacciona ante resultados negativos en el juego». Para este tipo de pruebas ambos expertos apuestan por los juegos conocidos como MMORPG, las iniciales en inglés de juegos de rol multijugador masivos en línea, aunque Pablo Portilla apunta que «los que son en solitario ayudan mucho también a crear una buena ubicación espacio temporal». Mónica Yáñez se muestra entusiasta con el Overwatch, el videojuego que más utilizan últimamente en sus sesiones y que «mejor resultados está dando» ya que «puedes ser defensivo y ofensivo y cada uno de los miembros del equipo tiene un rol específico», pero también menciona otros títulos como Rocket League.

Universal

Un punto que comparten tanto Pablo como Mónica es lo transversal de los videojuegos. La socia de PsicoSoft lo ejemplifica con el perfil variado al que someten a estas pruebas, que va «desde directivos veteranos a nuevas incorporaciones». Por su parte, el responsable del Banco Santander cree que «funciona muy bien con recién graduados», ya que muchas veces creen que no pueden solucionar determinados problemas por no tener experiencia previa pero a través de los videojuegos se puede «valorar directamente el potencial que tienen esos jóvenes».

Portilla apunta también que es una forma de romper barreras «culturales o de lenguaje», como se aprecia en muchos juegos en línea en los que se dan cita participantes de muchos países diferentes. Sin embargo, el de Banco Santander cree que es importante «la creación de más referentes femeninos» para que las mujeres se sientan más cómodas «en un mundo casi dominado por hombres» y puedan desarrollar estas aptitudes para «crear equipos diversos que traigan mejores resultados».

Seis rasgos para los profesionales que vienen

1 Visión Global. La necesidad de crear una estrategia para llegar a un objetivo dota al usuario de una capacidad de análisis holístico, muy necesario en el ámbito laboral.

2 Resiliencia. La continua adaptación del jugador a los retos que aparecen a lo largo del juego son un valor importante, así como el aprendizaje por ensayo-error.

3 Trabajo en equipo. En formatos multijugador, es necesaria la coordinación con personas, muchas veces desconocidas, para lograr un objetivo común.

4 Confianza para inspirar a los demás. En los juegos en equipo la figura del líder debe saber guiar a sus compañeros y animarlos a luchar por el bien del grupo, una tarea muy valorada por los departamentos de selección.

 5 Compromiso. En los juegos colectivos, el compromiso tácito con los compañeros hace más difícil que un jugador tire la toalla y abandone el reto.

 6 Aprendizaje continuo. Muchos juegos añaden nuevas funcionalidades a medida que se avanza, lo que fomenta la habituación a incorporar nuevo conocimiento progresivamente.