La energía solar «empanela» los concesionarios de coches

Con la luz por las nubes y la transición ecológica pisando los talones, Voltfer, división del Grupo Alvariño especializada en energías renovables para particulares y empresas, ha sabido prender la atención de un sector como el del automóvil, generalmente ubicado en naves con grandes cubiertas especialmente idóneas para la instalación de paneles fotovoltaicos.

El último en incorporarse a este sistema que conjuga sostenibilidad, respeto al medio ambiente y ahorro energético ha sido el Grupo Breogán, que acaba de estrenar en su sede de Perillo, en el municipio coruñés de Oleiros, una planta de 222 paneles con 108 kW de potencia instalada. Los 84.552 kwh de producción de energía limpia le permitirán abastecer alrededor del 35 % del consumo, lo que, además, reducirá la emisión de gases efecto invernadero en 30 toneladas de CO2 al año.

Si para José Ramón Ferreiro, director general del Grupo Breogán, la inversión realizada en energía solar demuestra la intención de la firma de «convertir la responsabilidad social en un factor competitivo de nuestra empresa», para José Manuel Fernández Alvariño, presidente del Grupo Alvariño, en esa doble apuesta por la sostenibilidad y la competitividad «los grupos gallegos del sector del automóvil están siendo punta de lanza». Breogán no es el primer concesionario que ha dado el salto a la fotovoltaica con Voltfer, que en el 2020 facturó 2,6 millones de euros y en el último año ha ejecutado más de medio centenar de instalaciones industriales.

Cinco años de amortización

Otros referentes de la automoción ya acumulan cierta experiencia con estas renovables. Es el caso del Grupo Yáñez, que cuenta con dos parques en sus concesionarios de Volkswagen de Santiago y A Coruña, o Autogal Ourense, que cubre alrededor del 30 % de su consumo con una planta de 30 kW, al igual que los puntos Renault y Dacia de Luis Aragonés, también en la ciudad de As Burgas. Todos ellos, según los cálculos de Voltfer, habrán amortizado sus inversiones en un plazo de cinco años.

«Ahora mismo existe mucha demanda», confirman desde la división de renovables, que destacan no solo la subida de la factura eléctrica como uno de los alicientes, sino también el tirón que ejercen las ayudas públicas a la instalación fotovoltaica.

Así lo han visto otros sectores, ya que la propia Voltfer, que acumula 15 años de experiencia en el diseño, ejecución y puesta en marcha de este sistema energético, ha «empanelado» desde el centro logístico de Bimba y Lola en Mos o las instalaciones de New Balance en Redondela, por citar dos marcas de moda, hasta bodegas y distribuidoras del grupo Hogomar como Altos de Torona, Regina Viarum o Fontecelta, o la planta de procesado y envasado de congelados de Mascato en Salvaterra de Miño. El área de servicio de Peinador o la Escuela de Minas de la Universidade de Vigo, Biscuits Galicia en O Porriño, la cooperativa de Piensos Aira o el Hotel Balneario Laias Caldaria son también ejemplos de la versatilidad de usos de los paneles. La tecnología fotovoltaica, para cuyo diseño y montaje se apoyan en un equipo permanente de ingeniería formado por diez especialistas, «es la forma más rentable y eficiente de generar energía en el mismo lugar de su utilización, es más competitiva, de rápida instalación y prácticamente nulo mantenimiento», resume Jose María Fariña, director de Voltfer.