El invierno del mundo «cripto» se recrudece

El mundo cripto lleva ya unos meses inmerso en un largo y frío invierno. Así es como muchos han bautizado a la particular época de vacas flacas que atraviesan estos activos que durante años sorprendieron al mundo con rentabilidades que quitaban el hipo. Pero, como un castillo de naipes, en los últimos meses no paran de sucederse anuncios de quiebras y pérdidas millonarias. Una de las últimas en sumarse a la ya larga lista ha sido la firma FTX, cuyo colapso supuso la pérdida de 10.000 millones de dólares. «Lo siento, la cagué y debería haberlo hecho mejor», fueron las palabras con las que el fundador de la malograda plataforma de criptomonedas, Sam Bankman-Fried, pedía disculpas a través de su cuenta de Twitter a trabajadores e inversores. Eso sí, lo hacía escondido en algún remoto lugar de las Bahamas.

La sangría suma y sigue. El bitcóin, la criptodivisa más famosa, acumula una caída del 65 % en lo que va de año. Por no hablar de Ethereum, que se ha dejado un 68 % en el camino. Y con todas estas señales de alarma, la CNMV quiso mandar esta misma semana un aviso a navegantes. El presidente del organismo aseguró que «las monedas digitales están vacías de contenido y son inútiles como activo de inversión». Y fue tajante: «Los criptoactivos no están regulados ni supervisados, no tienen una red de seguridad, no son aptos para minoristas y de la noche a la mañana, el custodio, la entidad o las claves pueden desaparecer», advirtió.

Incluso se ha atrevido a ir un paso más allá el experto que predijo la caída de Wall Street en el 2008. Peter Schiff, corredor de bolsa y consejero delegado del fondo Pacific Capital aseguró hace unas semanas que lo que estamos viviendo no es un «cripto invierno», sino que se trata de una «cripto extinción».

A pesar de las señales, las criptos siguen siendo el activo preferido por más de la mitad de los jóvenes. Según un estudio realizado por una plataforma de inversión online, casi el 56 % de los ciudadanos de entre 18 y 30 años invierten con cierta regularidad en criptomonedas, un activo que supera en preferencia a productos tradicionales como acciones o fondos de inversión.

Sin aceptación

No gozan de la misma aceptación —en estos últimos tiempos y a tenor de los acontecimientos— entre los inversores institucionales. Porque según una encuesta de JP Morgan, casi ocho de cada diez inversores de este perfil aseguran que no tienen intención de invertir en criptomonedas. Al menos, por ahora. Porque la mitad de los encuestados reconocen que estos activos han llegado para quedarse y formar parte de la economía. No desaparecerán de forma definitiva, pero sí que tendrán que padecer en los próximos meses un auténtico terremoto. Los expertos advierten que, en caso de que algún pequeño inversor quiera dar el paso y destinar una parte importante del dinero a estos activos, hay que tener toda la información posible. Porque al ser un valor que varía según el día, debemos aprender a esperar el momento correcto. En resumidas cuentas, no es una inversión que esté al alcance de las mentes menos duchas en la materia.