El clima derretirá al turismo
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El cambio climático ya está empezando a afectar a este sector, con visitantes que gastan menos donde hace más calor. Galicia puede ser una de las grandes beneficiadas de esta situación
18 Feb 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Millones de personas tanto de dentro como de fuera de España optan cada año por buscar algo de sol y playa en las fronteras patrias. Durante años, las zonas de la costa mediterránea eran las grandes protagonistas de un sector que representa el 12 % del PIB español. Pero las cosas pueden empezar a cambiar. En julio del año pasado, Bruselas publicaba un estudio en el que situaba algunas zonas de España entre las regiones europeas donde el turismo es más vulnerable al cambio climático. Y no hay que esperar mucho para ver estas grietas, que algunos expertos ya están empezando a detectar en determinadas zonas de la geografía española. Según un reciente informe de CaixaBank Research, el gasto turístico casi se dobló el año pasado con respecto al del 2019 en aquellas zonas en las que se registraron temperaturas medias más frías (de hasta 21 grados como mucho). Este crecimiento en el dispendio de los turistas es diez puntos superior al que se registró en las zonas de temperaturas asfixiantes.
El resumen es sencillo: cuanto más calor hace, menos estiran el bolsillo los turistas en su destino. Además, la composición del gasto es muy diferente: «A partir de datos anonimizados y agregados de pagos con tarjetas en los TPV de CaixaBank, hemos analizado si se registran cambios en el gasto turístico y hemos observado que las zonas más cálidas del país tuvieron un crecimiento del gasto turístico más lento entre las temporadas altas del 2019 y del 2023. También analizamos cómo cambia el patrón de gasto de los turistas durante las oleadas de calor. Este análisis alerta de la necesidad de que el sector turístico tenga en consideración el riesgo climático y que se prepare para un futuro con temperaturas más extremas», explican los expertos de CaixaBank Research.
Las conclusiones merecen una reflexión. Las zonas más calurosas de España no reciben tantos nuevos turistas y, además, son visitantes que se ven imposibilitados a salir a gastar durante prácticamente todas las horas de luz debido a las altas temperaturas que hay en el exterior.
El estudio Regional impact of climate change on European tourism demand (Impacto regional del cambio climático en la demanda de turismo en Europa) del Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, recoge que España tiene varias regiones entre las que los expertos consideran más vulnerables a escenarios climáticos adversos: «Según estas estimaciones, en un escenario extremo con subidas de temperatura de cuatro grados, Murcia y las islas Baleares, por ejemplo, verían caídas en la llegada de turistas superiores al 5 % en el conjunto del año», explican los expertos de CaixaBank.
Y eso teniendo en cuenta el conjunto del año, porque las proyecciones son particularmente peores si se atiende solo a la temporada alta. Para los meses de julio y agosto, el JRC prevé una caída de la demanda turística de casi el 10 % en el escenario de una subida de tres grados y de más del 15 % en el escenario de cuatro grados.
No hace falta mirar al futuro para encontrar ya las primeras consecuencias. Con los datos que maneja CaixaBank, el gasto turístico ha crecido casi un 42 % en las zonas donde la temperatura media no llegó a los 21 grados entre julio y agosto del 2019, frente a los mismos meses del 2023, diez puntos más que en las ciudades con temperaturas superiores a esa franja de calor. Pero es que, además, el estudio revela que donde más aumentó el pasado verano la inversión de los visitantes fue en los lugares que marcaron entre 15 y 17 grados de media (un 46,5 % más de gasto que en el 2019), mientras que donde menos se incrementó fue allí donde los grados superaron los 25 grados de media.
Otro dato que puede resultar revelador. El gasto entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde se reduce considerablemente, y cuando más aumenta es a partir de las 10 de la noche. El informe también detalla que en los días de más calor se gasta un 0,12 % menos por cada grado de más que suban las temperaturas por encima de la media.
Galicia, entre las ganadoras
En esta nueva partida, Galicia es una de las ganadoras. La zona costera del norte peninsular está ya siendo una de las más beneficiadas por esta situación, ya que sus temperaturas templadas en verano están favoreciendo una mayor llegada de visitantes que huyen del calor de otras zonas que históricamente han sido más turísticas en España.
Ante estos datos, los autores del informe urgen a tomar medidas de calado. Y ponen algunos ejemplos por los que se podría empezar. En primer lugar, recomienda a las zonas costeras del levante y el sur peninsular desarrollar una política turística menos dependiente del sol y playa. Entre las propuestas más destacables: «Promover actividades acuáticas durante las partes más cálidas del día, mejorar las instalaciones de sombra y enfriamiento en las playas y desarrollar mercados o eventos nocturnos pueden ayudar a mitigar los efectos del calor. Para las áreas rurales, promover actividades naturales a primera hora de la mañana o por la noche, y diversificar las ofertas turísticas para incluir más opciones interiores, podría ayudar a mantener el interés y el gasto turístico», sentencian.