Sandra Viñas Diz: «Quiero poner en valor las setas en la restauración»

Sandra Viñas Diz (Sanxenxo, 1980) trabaja desde los 19 años. Compaginó los estudios de Empresariales en la UNED con un empleo en el sector comercial, hasta que se incorporó a una asesoría, de la que acabó siendo socia. Así hasta hace dos años. En el 2023 creó MareMonte Setas, la marca con que comercializa setas frescas en conserva. Compagina la faceta empresarial con las labores administrativas de una empresa de construcción de su pueblo, Sanxenxo. Y desarrolla una intensa labor en colectivos como Empresarias de Galicia, Executivas de Galicia o AJE Pontevedra, y forma parte de la directiva de la Asociación de Mulleres Rurais A Telleira de Dena, en Meaño.

La idea de poner en marcha MareMonte Setas surgió en el 2023, «por buscar una segunda fuente de ingresos». «Queríamos hacer algo distinto en la zona. Ya hay mucho marisco... y como las setas se dan muy bien, pensé en elaborar conservas a partir de lo que se puede cultivar aquí». La base de los productos gourmet de la marca son las setas shiitake y ostra, y los champiñones Portobello y París. También son los ingredientes esenciales de los tres patés de la firma, de champiñón Portobello, seta shiitake y seta shiitake con mejillón.

La apuesta de esta economista experta en asesoramiento fiscal y contable y en gestión integral de empresas está clara. Un producto artesano —desde el cultivo de las setas a la preparación de las conservas o los patés—, saludable —sin gluten, conservantes ni aditivos, «además de las propiedades de las setas»— y apto para veganos (salvo los patés que llevan marisco). Ella se ocupa de la distribución de sus conservas y patés, el resto de la actividad la tiene externalizada. Además de dejar su sello en las recetas: «Las setas van envasadas en tarro de cristal, en aceite de oliva virgen extra, listas para comer en frío (en ensalada) o en caliente».

En apenas un año de trayectoria, MareMonte Setas ya ha logrado un importante reconocimiento por parte del Clúster Alimentario de Galicia (Clusaga): «Quedamos entre los cuatro finalistas del certamen de Alimentación, entre 130 proyectos de toda la comunidad, de empresas muy grandes, las más importantes de toda Galicia, de sectores punteros». Destaca el papel de Clusaga, «porque ofrece formación y apoya la internacionalización». Reconoce «el orgullo» de clasificarse entre las mejores siendo tan pequeña y compitiendo con firmas con potentes departamentos de investigación.

Esta distinción ha supuesto un impulso al plan de crecimiento diseñado por Viñas Diz para su negocio: «Estoy buscando clientes para ampliar, en plena fase de expansión y con vistas a incrementar la producción». Junto a las setas y los patés, MareMonte Setas también comercializa fajitas y pulpo vegano, y en otoño lanzará nuevos productos al mercado, que aprovechará para presentar en la Feira de Produto Gourmet Galego Etiqueta Negra, que se celebrará en Pontevedra del 9 al 11 de noviembre.

Reconoce que no es fácil hacerse un hueco en el sector de la alimentación gourmet y antepone la calidad. «Me gusta comer de forma saludable, cuido y miro bien lo que como. En Galicia hay muy buen producto, de muy buena calidad. No es un sector fácil, hay que moverse y trabajar mucho, y es importante darse a conocer fuera. De hecho —subraya—, mucha gente triunfa fuera primero y después aquí». Con su proyecto aspira a «poner en valor las setas en la restauración, como ocurre en Cataluña, Portugal, Francia o Reino Unido, donde son el acompañamiento de muchos platos».

Esta empresaria ejerce como embajadora de Sanxenxo, localidad a la que se debe el nombre de la marca —«no solo hay mar, aquí también hay monte y setas»— y que reivindica: «El clima, la calidad de las playas, la tranquilidad... No tiene nada que envidiar a otros sitios [...], tardas lo mismo a Vigo que a Santiago, estás a una hora de A Coruña y a una hora de Portugal. Para mí no existe masificación, no es el sur (en agosto hay mucha gente en toda la costa), y todos tenemos que ser conscientes de que vivimos del turismo».

Aspira a dedicarse en exclusiva a su marca alimentaria. En este sector no ha tenido que afrontar mayores dificultades ni se ha sentido discriminada por ser mujer —«no se mira si eres hombre o mujer, sino la valía de tu proyecto»— , ni tampoco en el de la construcción. Sí en otros ámbitos laborales, donde sufrió «la brecha salarial y diferencia de trato». Respecto a la Administración, constata que ser mujer suele representar una baza a favor, «porque a veces puntúa».