Empleados salarialmente insatisfechos

Mercados

S. Cabrero

Los bolsillos de los españoles arrastran tras de sí varios años de contención de gasto debido a la crisis inflacionaria en la que se vio inmersa la economía hace ya un tiempo como consecuencia de los conflictos geopolíticos en países como Ucrania. Mientras los combustibles escalaban a cifras nunca antes vistas, la cesta de la compra subía a ritmos vertiginosos y el coste de la vida en general se volvía un auténtico quebradero; los salarios crecían de manera tímida abocando a muchos a sacar la calculadora para cuadrar las cuentas de los gastos más básicos. Ahora que lo peor parece haber quedado atrás y que los sueldos empiezan a acompasarse, los españoles siguen sin mostrarse satisfechos con sus nóminas.

No en vano, según un reciente informe elaborado por la escuela de negocios EADA en colaboración con ICSA Grupo presentado esta semana, ninguna categoría salarial ha conseguido mantener su poder adquisitivo desde el 2007, año previo al estallido de la burbuja inmobiliaria y en el que comenzó a realizarse el estudio. Según las cifras que manejan, entre ese ejercicio previo al estallido de la crisis económica y el 2024, los precios repuntaron un 39,7 % en España; mientras que el suelo de los empleados lo hizo en un 38,3 %. Hechas las cuentas, esto supone que las retribuciones de los ciudadanos se han quedado 1,4 puntos porcentuales por debajo de lo que ha subido el coste de la vida. Además, las cifras que manejan los autores del informe apuntan a que, la diferencia más acusada, se ha dado en los mandos intermedios: «Su salario, desde el 2007 solo ha subido un 22,7 %, por lo que han perdido 17 puntos de poder adquisitivo, más incluso que los directivos, que han perdido 10,4 puntos», resumen. A lo largo del 2024, recoge el estudio de EADA e ICSA Group, los trabajadores españoles aumentaron su salario un 2,8 %, lo que se traduciría en un alza al mismo nivel que la de la inflación.

Insatisfechos con el sueldo

La subida no está siendo suficiente para muchos españoles. No en vano, otra investigación de la plataforma Infojobs, deja patente que uno de cada tres empleados se declara insatisfecho con su salario actual: «La mayoría de los trabajadores siente que su sueldo no se alinea con las funciones desempeñadas. El 40 % cree que está por debajo y, en una escala del 0 al 10, la media de satisfacción es del 5. Pero tampoco están complacidos con lo que se paga al resto de los profesionales del sector en el que se emplean», explican desde la plataforma.

La presión que el aumento del IPC ha provocado en sus carteras, llevó a muchos a sentarse con sus jefes y solicitar un aumento de su salario. Uno de cada cinco, lo solicitó en el 2024, pero solo la mitad de ellos lo consiguieron. Y los que tuvieron la suerte de lograr el sí de sus jefes tampoco consiguieron llevarse el gato al agua. Al menos, según lo que esperaban, porque más de la mitad (el 57 %) recibieron una cantidad inferior a la que habían solicitado.

A lo largo del 2025, seguirán siendo muchos los miembros de la plantilla que llamen a la puerta de sus jefes o de recursos humanos para mejorar su situación salarial. Uno de cada cinco —concretamente un 20 %— tiene la intención de solicitar un aumento de sueldo, un porcentaje que supone un incremento significativo con respecto a lo registrado en los años anteriores: «En el 2023, esa proporción se situó en el 16 % y en el 2022, en el 15 %», explican desde Infojobs.

Los encuestados destacan que, a pesar de mostrarse más proclives a solicitar esas ansiadas subidas, la realidad es que la confianza en conseguirlas es mucho menor: «Pese al crecimiento significativo de solicitudes formales relacionadas con esta alza de sueldo, existe una menor confianza por parte de los empleados de que su empresa se lo conceda», resumen. Eso sí, si se lanzan, lo harán con una cantidad bastante importante. La cifra que tienen en mente aquellos que solicitarán que su nómina llegue algo más gruesa, es sustancialmente mayor a la de otros años. Así, hay un aumento entre los trabajadores que solicitarán una cantidad entre los 1.201 y los 4.999 euros respecto al período anterior: «Casi uno de cada tres pedirán entre 1.201 y 2.400 euros más al año».

¿Quién solicitará?

Si se pone la lupa sobre las características profesionales, hay algunos perfiles que destacan sobre otros. Los que tienen más intención de solicitar ese aumento son mandos intermedios, empleados de empresas medianas, teletrabajadores, los que tienen un contrato indefinido y con ingresos superiores a los 2.000 euros brutos mensuales.

Mejores condiciones

Uno de los problemas que arrastra el mercado laboral español es que, en muchas ocasiones, dejar un empleo no garantiza ni mucho menos encontrar otro en un plazo relativamente corto. Tal y como demuestra el estudio de Infojobs, muchas personas deciden aferrarse a su puesto actual a pesar de las dificultades, antes de verse abocados a enfrentarse a un futuro laboral incierto. Así, el informe sobre intención de cambio de empleo del portal avala que seis de cada diez españoles no dejarían su empleo en el próximo año sin tener otra oferta cerrada. «De las respuestas obtenidas, se desprende que el aspecto más difícil de encontrar es la conciliación. En definitiva, un 40 % consideran que sería complicado hallar un puesto que mejorase las condiciones relacionadas con el horario y el teletrabajo, entre otros», explican desde Infojobs. Pero no es este el único reto al que se enfrentan los empleados de nuestro país cada vez que se plantean cambiar su futuro laboral y tratar de buscar nuevas oportunidades fuera de su actual empresa: «También reconocen la dificultad que existe de topar con mejores condiciones salariales, la proyección profesional y las condiciones económicas equiparadas por género», resumen.

Las plantillas reclaman más conciliación, flexibilidad y teletrabajo

A pesar de que las mejoras en los sueldos se han convertido en piedra angular en las peticiones de los trabajadores, son muchos los que siguen pidiendo mejoras también a otros niveles. Así, casi uno de cada cuatro empleados añadiría a su día a día más medidas de flexibilidad y conciliación si pudieran cambiar algo de su trabajo, solo por detrás de las mejoras de sueldo (una solicitud que repiten el 61 % de los participantes en un informe elaborado por Cobee). «Enero ha llegado cargado de novedades en el entorno laboral, una de las más llamativas ha sido la vuelta a la presencialidad en el trabajo. Cada vez más empresas se están planteando volver a la oficina, reduciendo el número de días de teletrabajo o, en algunos casos, eligiendo reincorporar a su plantilla de forma total en la oficina. Sin embargo, parece que las empresas se están encontrando con diferentes problemas para llevarlo a cabo», destacan los autores del estudio.

Y es que, aseguran que aquellas compañías que opten por reducir la modalidad del trabajo en remoto podrían tener serios problemas con sus plantillas: «Esta medida podría afectar de lleno al employer branding —como se conoce a la fidelización de capital humano— de las compañías que llevan años luchando contra situaciones como la gran renuncia, la renuncia silenciosa o una nueva forma de abandonar la empresa, la conocida como renuncia por venganza. Esta última parece ganar peso en nuestro país, donde trabajadores que se sienten quemados e infravalorados en sus empresas, en parte por la inestabilidad de sus condiciones laborales y cargas de trabajo que consideran injustas, deciden marcharse de forma explosiva, dejando muy claro su punto de vista y expresando su frustración, pues sienten que sus quejas no han sido escuchadas y no se les ha valorado durante su tiempo trabajando para dicho puesto», resumen los autores del informe.