El primer deportivo español de cinco velocidades
Motor ON
Miguel Ángel Buitrago adquirió en Cataluña una unidad matriculada en Córdoba del Seat 124 Sport, que ahora rueda por las carreteras ourensanas. Fue el coche familiar de su infancia.
19 Jun 2022. Actualizado a las 05:00 h.
El Seat 124 Sport era un deportivo que muchos ambicionaban en el momento de su lanzamiento, por su diseño y potencia de motor. Era el final de la década de los 60. Se fabricaron algo más de 25.000 unidades en poco más de cinco años. Un atractivo vehículo cupé de dos puertas con licencia Fiat y carrocería distinta a la tradicional del Seat 124. Era un coche de categoría media-alta, superado en la fabricación nacional por muy pocos, como el Dodge de lujo de Eduardo Barreiros, ya que los de Villaverde básicos eran más baratos que el Seat 124 Sport, que a principios de los 70 superaba las 300.000 pesetas.
Fue el primer coche deportivo español de cinco velocidades. Hubo dos series y dos motores fundamentales en la comercialización en España, el 1.6 y el 1.8 litros, aunque también existió una de 1.4 litros presentada en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1967. Con 4,12 metros de largo, llantas de 13 pulgadas y algo menos de mil kilos de peso, montaba frenos de disco en las cuatro ruedas. El interior contaba con una instrumentación amplia y precisa, con relojes circulares que denotan deportividad y lujo. En 1971 fue elegido Coche del Año en España, pese a ser el vehículo de unos pocos.
Seat anunciaba este modelo como un «coche para recorrer Europa». Con un confortable interior, aunque escaso maletero, era uno de los más potentes con sello español. El cuentakilómetros marcaba 220, pero la casa atribuía una velocidad máxima de 180 km/h. Entre las críticas de la época, además del elevado precio, estaba el escaso agarre en el eje trasero, donde monta la tracción, y el elevado consumo de combustible. Un coche mediático, aparecía en la serie de televisión El hombre y la tierra de Félix Rodríguez de la Fuente; en la película Morbo, de 1972, protagonizada por Víctor Manuel y Ana Belén, o en escenas de la época del denominado «cine quinqui».
Miguel Ángel Buitrago tiene una unidad de la segunda serie española, con un motor biárbol de 1.800 centímetros cúbicos, con 118 caballos, transmisión hotchkiss en eje trasero de cuatro brazos y cinco velocidades sincronizadas. Matriculado en Córdoba en 1973, lo compró por internet en un negocio catalán hace dos años y acabó en Ourense. Un Seat 124 Sport viajero, del que su actual propietario, artista y profesor en Xinzo de Limia, no tiene datos, aunque intuye, por el estado en el que llegó a sus manos, que tuvo buena vida. Buitrago es un aficionado al mundo del motor, valora los clásicos y siempre compraba revistas especializadas, hasta que un día se decidió a hacerse con un Mercedes 220D w115 y después se animó a comprar el Seat 124 Sport, ya que su padre había tenido uno, en aquel caso un 1.600 rojo, y era el coche de referencia de su infancia en su Salamanca natal. Así que pujó en internet y se hizo con la unidad de color amarillo-limón, a la que puso unas llantas Targa, le cambió filtros, manguitos y poco más para lucirlo cada semana por las carreteras. Para él, conducir este coche es como «viajar en una máquina del tiempo», y es que se nota su sensibilidad al respecto. Le gusta la música de antes y también los coches de antaño como este deportivo setentero, que vivió una etapa de injustificable rechazo, pero que ahora está muy valorado por los aficionados al mundo del motor. Es indudable que es un coche con «nervio» y que «gasta mucha gasolina». Miguel Ángel participa con esta unidad en algunas concentraciones y reconoce que la gente «se queda prendada de él». La verdad es que «sale bien en todas las fotos», asegura su orgulloso dueño.