A290, el primer eléctrico de Alpine

Con un tamaño de 3,99 metros de longitud, unas vías ensanchadas seis centímetros y unas llantas de 19 pulgadas con voladizos muy cortos y una aerodinámica espectacular, este A290 entrará por los ojos. Sus cuatro faros con formas lumínicas en X lo harán reconocible en la carretera.

En el interior destaca su volante deportivo con botones inspirados en la F1. El mando de marchas está insertado en la consola central y la pantalla de instrumentos es digital y de 10 pulgadas.

Para propulsar al A290 se ofrecen dos niveles de potencia, 180 caballos para versiones GT y GT Premium y 220 caballos para la GT Performance y GTS. Estas últimas consiguen una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, pero también resulta un coche muy utilizable en ciudad por su maletero de 326 litros y su escaso radio de giro de 10,20 metros, además de un peso, aquilatado para un eléctrico, 1.479 kilos.

Con 26 ayudas a la conducción, dispone, como es habitual en los modelos del grupo, de una tecla de acceso para su desconexión. Los neumáticos son específicos para este modelo, firmados por Michelin. Con una dirección muy ágil que lo inscribe en las curvas con un ligero toque de volante, barras estabilizadoras en ambos ejes y multibrazo en la suspensión trasera, con topes hidráulicos, este A290 tiene tacto de kart con un comportamiento encomiable en curvas. La frenada es electrónica, sin conexión física, firmada por Brembo, y permite recuperar energía cada vez que levantamos el pedal del acelerador. Tiene un botón en el volante para aplicar la potencia máxima instantánea y función de Launch Control para optimizar las salidas. Los precios parten de 38.700 euros (GT) y van hasta 46.200 (GTS).

El Alpine A290 está fabricado en la factoría francesa de Douai con la plataforma Ampere para coches eléctricos