Adiós a Víctor Manuel Martínez Giz, legendario delegado del Viveiro CF
Obituarios
Una enfermedad acabó con la vida a los 49 años de un hombre querido y respetado, premiado por la Asociación Gallega de Clubes en el 2013 y el 2014
21 Nov 2024. Actualizado a las 13:59 h.
Un rinconcito en el estadio de Cantarrana queda vacío para siempre. La vida de una de las personas que con más orgullo, elegancia y arrojo representó al Viveiro CF se apagó este miércoles de forma prematura, dejando un hondo pesar entre sus muchos amigos y familiares. Nacido en la localidad vasca de Éibar en 1975, Víctor Manuel Martínez Giz se afincó pronto al pie del río Landro, siempre estuvo muy ligado al fútbol, fue árbitro y ejerció de delegado y colaborador en distintas facetas de un club celeste al que apoyó incluso en los momentos más duros de la enfermedad con la que convivía desde hace unos años.
Respetado por sus valores y capacidad de trabajo, Víctor se ligó al Viveiro durante la etapa de Domingo González y Abilio Golpe al mando, y siguió durante varios cursos con Alfonso de Carlos como presidente. Ejerció de delegado durante siete temporadas entre el 2008 y el 2015 en las que solo sufrió dos expulsiones y fue premiado dos veces como el mejor de la Preferente en sus funciones por la Asociación Gallega de Fútbol.
Por su ayuda desinteresada y cariño forjó una gran amistad con futbolistas a los que consideraba «ídolos», como Aurelio, Erni, Felipe Varela o Rego. Todos ellos y la familia del club viveirense en general lloran su muerte con numerosos mensajes y muestras de duelo. «Es uno de los días más tristes de la historia del club. Persona afable, trabajadora y comprometida con el club, siempre colaborando en todo lo posible», lamentó el Viveiro CF en sus redes sociales. Se espera que este domingo a las 12 no desperdicie la oportunidad de homenajearlo en el partido de Tercera Federación contra el Barbadás.
Hasta que los síntomas de la dura enfermedad que se ha cobrado su vida lo obligaron a retirarse, Martínez Giz desarrolló una larga carrera laboral como camionero en Maderas Argimiro. Además del fútbol, el automovilismo era otra de las grandes pasiones de un hombre que mostró su sonrisa a quienes lo rodeaban hasta sus últimos días. Su familia no recibe duelo y será enterrado en la más profunda intimidad.