Mismos demonios en el Nuevo Arcángel para el Racing Club Ferrol, que cae ante el Córdoba (3-1)

Tampoco a la séptima se vislumbró el cielo del triunfo en Segunda División. Mismos demonios para un Racing Club Ferrol que sigue en los infiernos de la tabla clasificatoria en Segunda tras caer por un contundente 3-1 en el Nuevo Arcángel ante el Córdoba en un choque en el que, al igual que contra el Albacete, los de Cristóbal lograban sellar las tablas tras el descanso. Esperanza efímera a la que los locales ponían fin en el 70. La esterilidad futbolística del cuadro naval parece cronificarse y ninguno de los remedios aplicados por el comandante de la escuadra verde Cristóbal Parralo parecen evitar la zozobra de los suyos.

Mismo dibujo sobre la pizarra y nuevas piezas. Como cerebros de operaciones: el regresado Luis Perea y un inamovible Josep Señé. Y primera titularidad para un Rober Correa deseoso de celebrar su cumpleaños con una victoria en el Nuevo Arcángel. El estadio en el que comenzó a gestarse el ascenso a Segunda en mayo del 2023 como telón de fondo para un partido en el que quemarse todavía más en las brasas del descenso o acariciar, a la séptima, el cielo de un triunfo con el que levantar, de una vez por todas, la cabeza.

Subió la temperatura el Córdoba con una asfixiante presión desde el pitido inicial, que metió ya el susto en el primer minuto de encuentro. Tras un saque de esquina, con ciertas reminiscencias a la pesadilla ante el Albacete y Sala plantándose solo en la frontal del área, se probaba Ruiz bajo palos.

Galopada de Bebé, tras una recuperación de Dorrío, y empacho de balón del caboverdiano que no aprovechó la transición. Se la guisaba Jacobo al filo del catorce para forzar a Correa a conceder el tercer córner. Negaba Puric, por partida doble, las opciones de los locales.

Bebé daba la réplica y lograba colgar un centro al filo del veinte. Pequeño triunfo para un equipo en plena búsqueda de armas ofensivas. Solo dos después, Naldo cortaba un balón envenenado en el área pequeña. Sufría el Racing y campaba a sus anchas el Córdoba.

Con el crono a punto de alcanzar la media hora, se metían en apuros de verdad los de Cristóbal que, lejos de aplicar la idea del míster, se deshacían del cuero a ritmo de pinchada por miedo a un error garrafal fruto del achuche constante de los de Ania.

Guion poco halagüeño para una escuadra verde con un medio campo totalmente desdibujado. Volvía a pecar Bebé, al que a falta de diez le caía un balón llovido del cielo, de exceso de artificio y regate. Empate y gracias en el Arcángel cuando percutía, una vez más, Álex Sala desde la distancia para estrellar el cuero contra la madera. Gastada toda la suerte, después de un córner con varios rechaces, encajaban el primero los de Cristóbal a falta de tres para el descanso. Isma Ruiz acuñaba el tanto y todavía le quedaba gasolina a Jacobo para una más. El palo salvaba por segunda vez a un Racing estéril.

Toque de corneta

Rendimiento pobre en el campo, respuesta contundente en la pizarra. Poco amigo de los cambios, efectuaba tres el entrenador tranquilo al descanso. Álex López, como remedio a la falta de fútbol, y Jauregi y Delmás completando una apuesta 4-4-2 que cristalizó en apenas un minuto. A centro lateral de Bebé, Don Eneko Jauregi aferraba al Racing a las tablas. Entre dos ex del Córdoba se cocinaban el empate. Se animaba Puric a cabecear un saque de esquina milimétrico de Señé y asomaba la esperanza a ritmo del lanzamiento de falta de Bebé que ponía a prueba los nervios de Carlos Marín.

Minutos de asedio ferrolano en el Nuevo Arcángel y toque de corneta aparentemente efectivo de Cristóbal. Disparo tibio de Carracedo superado ya el 60, con Bebé comandando el intento del ascenso del Racing desde los infiernos.

Chispa en ataque y problemas, por contra, para el caboverdiano en defensa viéndoselas con un Carracedo que ponía un centro envenenado que convertía Antonio Casas. Marcador en contra a falta de veinte, toda la carne en el asador puesta por Cristóbal y los mismos demonios pululando, una vez más, en el seno de la escuadra verde. 

Un segundo córner consecutivo para el Córdoba acababa en un tercer tanto de Lapeña en el 84. Acción-reacción y entrada de Vallejo por Bebé en el lado de la escuadra verde. Respuesta también de Iván Ania para dormir el partido con un doble cambio. Siete de alargue y suspense poco determinante por la revisión del VAR de una posible mano de Marvel. Intrascendente detalle, con un electrónico ya inamovible y con muchas dudas de obsequio para el viaje de regreso.

El Racing sigue a la cola, la pesadilla se prolonga en el seno del vestuario del inhibidor de egos y se necesita como sea algo de luz al final del túnel porque los nubarrones son, una jornada más, muy negros. Bregar ata que escampe como único remedio.