El Racing de Ferrol, con la suerte de cara

«¡Al loro! que no somos tan malos» que dijo Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, en el peor momento del equipo. El Racing de Ferrol se ha llevado muchos palos en este arranque de la temporada, aunque ya comienza a sacar la cabeza del hoyo. La suerte ha cambiado de banda. A los verdes, que parecía no salirles nada, comienzan hasta a tener suerte.

Tras un partido aburrido, con poco fútbol que ver y disfrutar, en el que los dos equipos parecían firmar un empate a cero, el racinguismo pudo disfrutar de una final apoteósico. Un balón que envía Álvaro Giménez al fondo de la red en el tiempo de descuento y que parecía en fuera de juego, al menos por las imágenes de televisión, pero que el VAR, ese instrumento muchas veces malvado, ayudó al Racing a sumar tres puntos de oro. La espera por la decisión fue eterna y no apta para cardíacos, pero cuando se esperaba lo peor, un fuera de juego, el árbitro dio el tanto por válido. Los jugadores del Racing y su afición disfrutaron del tanto con la misma intensidad que si se ganara un título.

Por si le faltara algo a este final, en la siguiente jugada Jesús Ruiz metió una mano milagrosa con la que salvó al Racing del empate.

Son ya dos triunfos en los últimos partidos, seis puntos, los mismos que había sumado el Racing en las siete primeras jornadas de liga. Dos porterías a cero también reflejan que el equipo ferrolanos comienza a construirse desde atrás.

Frente al Cartagena quedaron en evidencia todas las carencias del equipo ferrolano. Falta calidad y talento. Señé es el único que pone algo de magia, que se multiplica en el campo, y el resto acompaña. No se dan tres o cuatro pases seguidos con cierto criterio, se pierden demasiados balones y se construye muy poco. Incluso en las fases en las que el equipo tiene el balón, por lo tanto no sufre atrás, cuando se llega a los tres cuartos de campo se apaga la luz.

El Cartagena jugó con un portero de solo 18 años. El primer tiro del Racing con cierto peligro fue un disparo de Josep Señé en la recta final del encuentro. El balón no iba muy bien colocado, aunque al menos llevaba fuerza. El segundo disparo fue el gol de Álvaro Giménez.

Paso a paso

El Racing ganó, que era lo más importante, el buen juego es una asignatura que todavía hay que aprobar. Cristóbal ensaya y prueba a jugadores, busca la combinación que mejore al equipo, aunque no encuentra el camino.

Sin embargo, también se ve algún brote verde en el equipo. Dos porterías a cero es una mejora, tras los cuatro goles que le hizo el Albacete y los tres que anotó el Córdoba. Sin embargo, queda mucho trabajo por delante.

En el equipo ferrolano también comienzan a verse brotes verdes, de jugadores que llegaron tarde al equipo. El joven Gelardo ya disputó algún buen minuto frente al Elche y en Cartagena salió en el once inicial. No hizo mucho en la banda, aunque cuando se sumó al medio campo creó superioridad en esta parcela.

Manu Vallejo ayudó

También sobresalió la media hora en la que Manu Vallejo estuvo en el campo. El jugador de Chiclana de la Frontera por fin mostró algo de su talento. Dio profundidad en la banda izquierda y dejó patente que en los espacios pequeños es un diablo, con capacidad para hacer daño. Hay que esperar a ver si confirma que ya está bien.