Hundimiento sin remedio del Racing de Ferrol en La Romareda, que cae ante el Zaragoza (1-0)
Opa Racing
Sin fútbol, el Racing se fundió a negro con un penalti errado por Álvaro Giménez que pudo suponer el empate en un partido que se cerró con un cabezazo de Cristóbal Parralo a David Navarro
21 Dec 2024. Actualizado a las 23:52 h.
Un cabezazo como fin a una era. Mucho ruido, poco fútbol. Lo que venía siendo ya norma, con honrosas excepciones, en el seno del Racing Club Ferrol acabó por hacerse estridencia insoportable en una nueva derrota en La Romareda ante el Zaragoza (1-0) en la que la propuesta brilló por su ausencia y la caja de Pandora se abrió definitivamente cuando Álvaro Giménez falló el penalti del empate y la esperanza en una segunda mitad en la que el colegiado se comió otra posible pena máxima favorable al cuadro naval y que acabó con Correa viendo la roja directa ya en el alargue por una entrada fea y que, tras tiranteces previas entre ambos banquillos, alcanzó el culmen con el cabezazo de Cristóbal Parralo al preparador circunstancial del Zaragoza David Navarro.
Un partido que supone la bajada de telón de una función para olvidar en la primera vuelta, que cierran los ferrolanos con solo 18 puntos, y que abre un período de reflexión—así lo catalogó el propio Cristóbal —antes de volver al trabajo el 29 de diciembre con la necesidad de acometer cambios para poder salir con vida en el mes de junio y respirar aire fresco y salir de un camarote asfixiante que se ha ido viciando y viciando con el paso de las jornadas.
Pero antes, aunque parezca que no, rodó el balón. El objetivo: asaltar, por primera vez en la historia, la guarida del león. Sin Víctor Fernández en el banquillo, con La Romareda en obras y con la imperiosa necesidad de tirar de pico y pala por parte de una fragata verde apremiada de tres puntos con los que, previa escala navideña, encarar con algo de viento a favor la escarpada segunda vuelta.
Tarea ardua, que no imposible para los de un Cristóbal Parralo que, que apostó por Jauregi y Bebé como grandes novedades de un once al que volvió Moi, apurando plazos, para tapar el agujero en el flanco izquierdo.
Balón a tierra y Gelardo cambiando la orientación para buscar a Bebé. Toda una declaración de intenciones del plan establecido. Avisaba Azón, con un disparo que se marchaba alto al filo del cuatro. Incapaces los de Cristóbal de plantarse en el último tercio en los primeros compases. Por contra, el Zaragoza en merodeo permanente de los dominios de Ruiz. En el siete pedía Aketxe mano de Naldo y no concedía Palencia Caballero.
Ante la falta de vías para progresar, se escoraba Señé a izquierda y derecha para oxigenar el ataque. A balón parado, un aviso más de Luna, y los ferrolanos sin oler el cuero lo suficiente como para sentirse cerca de probar a Poussin. Sin estridencias, poco después, se la colocaba Gelardo en la frontal del área para armar el disparo. Rebote en la defensa y a seguir.
De novato pecó Buñuel en el 27 en una mala cesión a Ruiz. Pillería la de Tasende para oler el error y servirle un caramelo a Francho. Balón alto y vida extra. Las prisas no son buenas consejeras y el acelerar tiempos por la falta de recambios en el lateral derivó en la salida de Moi Delgado del verde antes del 30.
Ingresó Correa y, sin tiempo a pestañear, leía Sanz a las mil maravillas para filtrarle un pase de libro a Jauregi. Notaba contacto el vasco, cuerpo a tierra y a seguir, que mandaba Palencia Caballero.
Se vistió de héroe Ruiz, tras un lanzamiento de falta, salvando de puños. Al segundo intento maño aparecía Naldo.
Se ponía, ya sí, seria la cosa, con marejada en las filas de Cristóbal. Tampoco Francho, en el lado de Navarro, soportaba el desgaste derivado de esta guerra sin cuartel y pedía el cambio antes del descanso. Iván Calero cogía el testigo para asistir ya en el verde a una galopada sin gaseosa de Bebé.
Tres de alargue y, pidiendo la hora, se aferraban a las tablas los de Cristóbal como única nota positiva de una primera parte de planicie absoluta en ataque.
Pesadilla antes de Navidad
Pesadilla antes de Navidad que, para sorpresa generalizada, acabó por desquiciar al preparador tranquilo que pudo sella el fin de un ciclo histórico con un cabezazo. Cristóbal, el artífice del ascenso, retratado como un villano en La Romareda. Fundido a negro y a reflexionar muy mucho. Por el escudo. Por el bien del club.
Ficha técnica:
ZARAGOZA: 1
Poussin; Luna (Sans, min 59), Lluis López, Vital, Tasende; Francho (Calero, min 41), Aguado (Moya, min 59), Keidi Bare (Jair Amador, min 89); Aketxe (Bermejo, min 89), Iván Azón y Liso.
RACING: 0
Jesús Ruiz; Buñuel, Puric, Naldo, Moi Delgado (Correa, min 29) ; Sanz (Chiki, min 72, Señé, Gelardo; Nacho (Dorrío, min 60), Jauregi (A. Giménez, min 60) y Bebé.
GOL: 1-0, min 63: Aketxe.
ÁRBITRO: Palencia Caballero (comité riojano). Amonestó con amarilla a Azón (min 8), Vital (min 66), Tasende (90) Naldo (min 34), Gelardo (min 86). Expulsó con roja directa a Navarro (min 90 ) en el Zaragoza y a Rober Correa y Cristóbal Parralo (min 90) en el Racing.
INCIDENCIAS: Vigesimoprimera jornada de Segunda División en el estadio de La Romareda.