La Voz de Galicia

Bodorrio

Opinión

BLANCA RIESTRA

05 Sep 2002. Actualizado a las 07:00 h.

LLEVO MESES preguntándome (a ratos) cómo es posible que el presidente Aznar -que hasta hace poco presumía de íntegro y poco dado al mamoneo - ingrese con tanto gusto en las huestes del Pronto . Allí lo vemos todos los días con su señora del ganchete: acicalado, sonriente, amigo de los ricos. Esta semana celebramos la admisión oficial de la familia Aznar en el exclusivo círculo de la jet con fastos, artificios y ceremonias báquicas. ¿Cómo es esto? -se preguntan llorosos los aznaristas convencidos- ¿es posible que el presidente haya olvidado sus consignas monacales y pudorosas? ¿Qué le ha hecho trocar el dominó por las carpas, por los vestidos de Versace, por Berlusconi? Por supuesto, la reacción del aznarista convencido es echarle la culpa a doña Ana. Los próceres suelen ser siempre unos benditos, dominados por sus doñas despiadadas, hambrientas de lujo y de zapatos (véase Carmen Polo, Imelda Marcos, etcétera). Se nos casa Ana Aznar en olor de multitudes. Tiene sólo veintiún años. La niña no quiere ir al colegio ni crecer, prefiere que le pongan una casa de muñecas, que le den un coche descapotable y un buen guardarropa, casarse de blanco y bailar la polca: salir en los papeles como las princesas de la jet . El martes se celebró en una conocida discoteca una despedida en toda regla con lentejuelas y quinientos famosos. ¿Qué le importa a nadie que la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo discurra paralelamente a este desmadre? Aznar, por supuesto, no ha asistido: está de preparativos y de compras. La niña se nos casa, está enamorada, tiene veintiún años, no puede esperar, se casa por la iglesia como lo manda Ana Rosa Quintana. ¿Por qué su padre no le pide que espere un tiempo y se case modestamente el año que viene, por ejemplo, sin pompas de Estado en la iglesia de su barrio? ¿No será que los padres, la niñita y el maromo desean justamente eso: olor de multitudes, presidentes extranjeros y famosos? A mi parecer, el aparato del partido y Aznar mismo han dado con la publicidad más poderosa que existe en este país, un país donde las familias se endeudan para pagar la comunión de sus retoños, un país peinado de despedidas de soltera en que descerebradas con penes de papel en la cabeza acosan a los boys en clubes nocturnos, un país en que el fútbol, Belén Esteban y David Bisbal son el día a día de millares. La familia Aznar se ha metido a todo el país en el bolsillo, porque nada vende más que codearse con Jesulín y con Tamara. ¡Enhorabuena!


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