La hora de los valientes

El horror del terrorismo no es nuevo. Ni en París, ni en Europa, ni en el mundo. Pero la situación ha alcanzado una nueva dimensión. Si una ciudad como París, una de las grandes capitales del planeta, es atacada de la forma que ayer lo fue, el mundo civilizado está a punto de entrar en una nueva era. Quizás ya lo hizo cuando los aviones se estrellaron contra las torres. Pero ni entonces se barruntaba que un buen día la ciudadanía no podría caminar por la calle sin el riesgo de toparse con un criminal dispuesto a matar en nombre de su Dios.

Ya estamos en ese escenario y si hoy le ha vuelto a tocar a Francia, no hay duda de que nadie en la vieja Europa está libre de esta locura de muerte.

El asunto es tan dramático que exige una respuesta inmediata y que, de una vez, los estados europeos comprendan lo que está en juego: la paz, el progreso y nuestro estilo de vida. Si todo esto viene del Estado Islámico, comienzan a quedar pocas opciones. A nadie le gusta la idea de ver los féretros de sus soldados regresando a casa envueltos en la bandera. Pero se quiera o no, a Occidente se le ha declarado la guerra y deberá ir al frente con todo. O se asume tal cosa o a la dramática noche parisina le seguirán otras muchas.Es la hora de los valientes. De líderes que sepan lo que ocurre y la responsabilidad que tienen. Si se sigue con medias tintas, seguiremos viviendo noches de plomo y muerte.