La Voz de Galicia

Habano, whisky, pincel

Opinión

Eduardo Riestra Eduardo Riestra

15 Jan 2018. Actualizado a las 07:59 h.

Se estrena con el año El instante más oscuro, película sobre el político inglés Winston Churchill, que desde su papel durante la segunda guerra mundial, y especialmente en los meses del bombardeo de Londres en 1940, ha fascinado al mundo entero. En aquellos años sirvió de pilar a la moral del pueblo inglés, al punto que en las reglas del golf un bombardeo no justificaba la interrupción del juego. Eso sí, si la bola caía en un cráter estaba permitido sacarla sin penalidad. El gordo fumador de puros, bebedor de whisky, ha sido desde entonces una lección de dignidad. Churchill, con su barriga, sus puros y sus acuarelas, disfrutaba de la vida y además fue premio Nobel de literatura un año antes que Hemingway. Perteneciente a la aristocracia, graduado en la escuela militar de Sandhurst, Winston, sin embargo, siempre reconoció haber sido educado por su niñera, Elizabeth Everest, lo cual por otro lado es típicamente británico. De joven era petulante y cuentan sus compañeros en la India que aprovechaba cualquier oportunidad para, durante la cena, ponerse en pie y soltar discursos que eran inmediatamente interrumpidos a servilletazos. Con 21 años cubrió como reportero nuestra guerra de Cuba, y en África fue hecho prisionero en la guerra de los boers. Luego volvió al continente negro en un viaje que yo publiqué por primera vez en español hace quince años. Los ingleses, que no se dejan deslumbrar por nadie, cuando acabó la guerra, lo echaron del Gobierno.

 


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