La Voz de Galicia

Populismo presupuestario

Opinión

Venancio Salcines

28 Mar 2018. Actualizado a las 05:00 h.

¿A usted le ha tocado algo? Porque hay para todos. Para jubilados, viudas, funcionarios, becarios, para todos. Lo que no hay, o al menos no lo encuentro, es sentido común. Estamos ante unos presupuestos de claro perfil electoral, diseñados para hacer amigos y no tanto para hacer país ¿Por qué? Carecen de meta. Dirán que le devuelven a la sociedad parte de los beneficios que le quitó la crisis, y no mentirán. ¿Quién lo va a ver mal? Pues aquí uno. Me cansé de recriminar a Zapatero por no haber utilizado su primera legislatura para transformar el país y ahora veo a Mariano Rajoy en el mismo papel. Esto no hay quien lo cambie.

Plantean, por un lado, una rebaja fiscal que dejará el mínimo exento de IRPF en 14.000 euros en lugar de 12.000 euros y, a mayores, reducirán la presión de los que ganan menos de 18.000 euros. Estas medidas, en sí mismas, son positivas, pero lo serían mucho más si vinieran acompañadas de otras que ayudaran a los españoles que empiezan su andadura como autónomos ¿Quién les va a ayudar a consolidar su incipiente actividad empresarial? U otras que, por ejemplo, abaratasen el suelo industrial, impulsasen la contratación de expertos en innovación o simplemente incentivasen la inversión empresarial. No hay nada de apoyo a la empresa. Por favor, manden a Montoro a Lisboa a hacer un Máster en Tributación ¿Y el rural? Quién se preocupa de nuestro campo. No existen incentivos fiscales y eso que estamos cansados de saber que es uno de los caminos que hemos de recorrer. Fue el que inició Escocia hace cincuenta años, el que le sirvió para afianzar población y el que aquí debemos estudiar. Y no solo pienso en Lugo u Ourense, pienso en Teruel, en Huesca, en Soria, en tantas provincias españolas ¡Fuera de la M-30 hay vida! No nos olvidemos de los motores de crecimiento de la economía española, por favor, otra vez más, no.

Dejamos exentos de IRPF a los que ganan menos de 17.000 euros, si están jubilados, pero si tienen treinta años, dos hijos y se están destrozando la espalda para pagar la hipoteca y las letras del coche les hacemos pagar. Al abuelo, que ya tiene la vida hecha, lo dejamos exento, a su nieto, que la está construyendo, le decimos que nos dé una parte de su sueldo, que espere un poquito más, que no tenga prisa. Los impuestos sobre la renta han de ser sobre la renta y no sobre la edad. Tanto populismo me destroza las venas.

Nos llenamos la boca con la subida de las pensiones según IPC, pero seguimos sin tomarnos en serio la maternidad, y con esta hay que hacer una cosa muy simple, que es mutualizarla. Es decir, empezar a hablar de una red espectacular de guarderías y de algo más relevante, un salario adicional para las madres, como hay en otros lugares de Europa. Por favor, madres de España salid a manifestaros, que estamos de rebajas, y en un par de sábados podréis obtener victorias históricas. Todos, absolutamente todos, debemos asumir los costes de maternidad de las españolas, porque también todos, absolutamente todos, nos beneficiaremos de ello.


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