Servicios de Urgencias y COVID-19
Opinión
13 Mar 2020. Actualizado a las 13:20 h.
Cuando llegaban las primeras noticias de Wuhan nos comenzábamos a anticipar, empezábamos a pensar cómo lo haríamos nosotros, en nuestro medio, en nuestra realidad inmediata, con el servicio de urgencias en obras, con la saturación en ocasiones en este período de aumento de atenciones urgentes e ingresos hospitalarios por la gripe; y ya creábamos los posibles circuitos, ya encontrábamos los posibles espacios de atención, ya intentábamos comprender cuáles serían nuestras acciones fundamentales, no nos detuvimos en pensar que sería imposible, solo buscábamos cómo lo haríamos esta vez.
Esta es una de las claves del trabajo en un servicio de urgencias, la que nos permite mostrar serenidad, anticipar, prever, como recordaba estos días un compañero: «Ser excelentes en la inmediatez». Este momento, con el coronavirus en nuestro medio, vuelve a ser, como tantas otras veces, un momento de comprobar la calidad y formación de nuestros profesionales. También el momento de comprobar la conexión y ensamblaje necesario entre los distintos dispositivos de atención: atención primaria, urgencias y emergencias extrahospitalarias-061 y urgencias de los hospitales.
Desde las organizaciones médicas colegiales, desde las sociedades científicas, desde la Consellería de Sanidade, desde las gerencias de cada área, desde nuestros grupos de trabajo de urgenciólogos se crean las recomendaciones, los circuitos, los puntos clave de atención para esta nueva situación; y después en los distintos servicios de urgencias, a primera hora, con la atención del ictus realizada en un tiempo excelente, el paciente con dolor abdominal en marcha… hay tiempo también para repasar cada mañana de nuevo cuál será nuestro protocolo de atención ante un caso sospechoso, tiempo para resolver las dudas que han surgido, tiempo para volver a colocarnos en la primera línea de atención, preparados, atentos, confiados y confiables.
Y un día, tras una noche de actividad intensa, a las seis de la mañana hay un momento de calma; entonces nos sentamos alrededor de la mesa de control central de urgencias todo el equipo, enfermeras, médicos, auxiliares, celador, personal administrativo, y repasamos y repetimos la actuación ante un posible caso de coronavirus en nuestro servicio y más de una variante del mismo que se pueda dar, y nos preguntamos y decidimos cuál es la mejor acción, la que dará más seguridad al paciente, la más correcta. Ese es mi servicio de urgencias, el de todos.