Mucha calma, que no pasa nada
Opinión
25 Jun 2020. Actualizado a las 09:27 h.
El rey Felipe VI apuesta por modernizar la economía «sin perder tiempo». Las prisas de la Corona están justificadas: el Fondo Monetario Internacional prevé una caída del PIB español del 12,8 %, más que ningún otro país; el Banco de España maneja datos que le permiten pronosticar que el segundo trimestre, el que termina dentro de seis días, puede cerrarse con una caída de la actividad económica superior el 20 % la oenegé Oxfam calcula que la pandemia puede arrastrar a la pobreza a 700.000 personas más en nuestro país. Aunque se confíe en una recuperación en uno a dos años, los pronósticos no pueden ser más desalentadores.
Ante esa perspectiva, resulta escandaloso el espectáculo político. Se hacen invocaciones tan constantes como teóricas a la unidad, como si la unidad fuese un concepto taumatúrgico que resuelve todos los problemas solo con invocarlo. Los debates parlamentarios parecen haber renunciado al insulto, pero de ellos no sale ni una propuesta que suscite el interés general. El Gobierno, a través de su portavoz, llama al principal partido de la oposición a «estar a una con el Gobierno», pero sin decir en qué, como si le reclamase una adhesión incondicional. Y todo eso se salpimienta con discursos como el de Gabriel Rufián que acusa a Ciudadanos de hacer dumping político y tirar los precios de los acuerdos.
¿Alguien puede decir que conoce una medida de la fastuosa reconstrucción que nos propone Pedro Sánchez? Sí, hoy se aprobará el decreto de «nueva normalidad», pero eso todavía no es un proyecto de reconstrucción. Se cierra también la presentación de ideas a la comisión creada en el Congreso, pero digo yo que habrá que tabularlas, contrastarlas, incluso discutirlas, y no sabemos qué ocurrencias se habrán presentado. Del ámbito estricto del Gobierno, lo único que trasciende es que los señores Sánchez e Iglesias están discutiendo el famoso impuesto a los ricos, que está en el ADN de Podemos. Y del ámbito europeo y sus ayudas no habrá noticias por lo menos hasta el 17 de julio, fecha del próximo Consejo Europeo. La Unión también se lo toma con calma. Total, mirando a España, solo están en juego 140.000 millones que, si no se aprueban, se pone el impuesto a los ricos y asunto resuelto.
Mucha calma en los poderosos. Solo Felipe VI mete prisa. Sabíamos que los tiempos políticos no coinciden, por ejemplo, con los tiempos periodísticos ni las urgencias sociales, pero no suponíamos que fuesen tan diferentes. Los gobernantes españoles tienen una tranquilidad: les duele, como a todos, que haya 700.000 pobres más, pero eso se resuelve con una ampliación del ingreso mínimo vital. Ya sabéis: que nadie se quede atrás. Y lo más importante para la macroeconomía: si este trimestre el PIB cae un 20 %, al siguiente caerá menos y ya tienen preparado un discurso que proclamará que ¡se inició la recuperación!