La Voz de Galicia

Fabricando quimeras

Opinión

jorge mira

26 Apr 2021. Actualizado a las 05:00 h.

Cuando a un coche se le estropea una pieza, se va al taller y se le pone una igual o incluso mejorada. Lo ideal sería poder hacer lo mismo con el cuerpo humano: que cuando una enfermedad grave afectase a un órgano, pudiésemos cambiar ese órgano y poner uno de repuesto (o incluso mejorado) que tuviésemos guardado en un almacén. Ocurre que, cuando se hace un trasplante, estamos metiéndole a una persona el órgano de otra, y el organismo reacciona porque no lo reconoce, lo considera un cuerpo extraño, y eso genera varios problemas. Por lo tanto, la solución es que el órgano que nos trasplanten sea reconocido por nuestro cuerpo, y que podamos cultivarlo para ser usado cuando haga falta.

 En el 2017 se dio un paso decisivo en esta aventura: curar la diabetes en ratones. A embriones de ratas (que son un animal distinto del ratón) se les metieron células madre (que son como comodines, que se pueden transformar en diferentes tipos de células).

Las ratas se habían preparado para que no generasen páncreas, con lo cual, cuando el embrión se desarrolló, nació una rata con un páncreas de ratón. A esa rata se le sacaron cachitos de su páncreas, que se injertaron en los ratones diabéticos, y se curaron.

A los pocos meses, el albaceteño Juan Carlos Izpisúa (uno de los principales candidatos españoles al Nobel) hizo algo parecido, pero ahora inyectando células madre de personas en embriones de cerdo, para cultivar órganos humanos en cerdos.

El cultivo no funcionó, las partes humanas no prendieron. Hay demasiada distancia entre un humano y un cerdo, así que Izpisúa acaba de probar con el mono, del que nos separa menos distancia. Y ha tenido éxito: en un tercio de los casos, las células humanas prenden en el embrión de mono.

Esto no deja de ser la fabricación de la otrora mitológica quimera (un híbrido entre dos especies) y crea un obvio debate ético. Pero el objetivo es descubrir las barreras que impiden que las células del humano prendan en el cerdo. Si eso se consiguiese, estaríamos ante una nueva era de la medicina.


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