La Voz de Galicia

¿Y los estadistas?

Opinión

Carlos G. Reigosa

03 May 2021. Actualizado a las 05:00 h.

Tenemos una amplia gama de políticos improvisadores que reaccionan con enorme rapidez ante cualquier suceso, siempre con la calculadora del oportunismo en la mano para determinar qué reacción le conviene más a cada uno de ellos para aumentar sus votos. Y creo que esto es algo legítimo, aunque a veces sea difícil vislumbrar la grandeza de las maniobras. Porque estábamos ante unas elecciones en la Comunidad de Madrid y ahora parece que estamos ante una cita electoral en el conjunto del Estado. Por esto ya comprendo que Pablo Iglesias haya dejado su vicepresidencia en el Gobierno de Sánchez para tratar de extender ideológicamente los límites universales de la «batalla de Madrid». Algo en lo que pareciera querer imitarlo Vox desde la otra punta.

 

El panorama resultante no es idílico para la ciudadanía en general, pero sí que es legítimo. Hasta el socialista Gabilondo, antes moderado, ha pisado el acelerador pidiendo un cordón sanitario para aislar a Vox y salvar la democracia. El candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, rechazó el citado cordón sanitario, pero afirmó que sus votos nunca harán que Rocío Monasterio entre en el Gobierno madrileño.

Y, entretanto, ¿qué dice Isabel Díaz Ayuso, actual presidenta de la comunidad y posible ganadora de las elecciones del día 4 de mayo? Se ha limitado a denunciar los cambios de Gabilondo ante Iglesias y le ha recordado al presidente Sánchez lo que decía hace un mes y medio: que «Vox demuestra tener más sentido de Estado que el PP», por permitir la aprobación del decreto de los fondos europeos. Es decir, que los discursos cambian según cada uno lo estima más conveniente y provechoso. Y en este sentido, cabría decir que estamos ante un desafío de corredores de fondo detrás de unos votos.

Imposible predecir el significado o la relevancia de cada episodio, de cada discrepancia, de cada descalificación. La realidad es que todos tienen los ojos puestos en la conquista del poder. Dijo el gran Winston Churchill que «el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones». ¿Hay aquí quien piense en algo más que en lo suyo? ¿Hay algún estadista a la vista? No lo parece.


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