100 % efectiva, ¿alguien da más?
Opinión
19 May 2021. Actualizado a las 15:34 h.
En este punto de la pandemia, las reacciones ante las personas que no quieren vacunarse y las posibles soluciones son dispares según a quien le preguntes. Desde la obligatoriedad, el castigo o el desprecio, hasta la conciliación máxima a través de la información y la educación. La mayoría de la gente que en un momento determinado decide no vacunarse, simplemente tiene miedo o dudas que no ha sabido o podido contrarrestar con la información adecuada.
Es indudable que las idas y venidas en los consejos de las autoridades nacionales, la mezcla de recomendaciones científicas con otras prioridades y la propia agenda política, no ayudan a que la ciudadanía confíe. El problema no es tener miedo o dudar, sino tomar la decisión correcta a pesar de ello, en este caso, vacunarse.
La tan manida relación riesgo-beneficio de la vacunación no se está explicando bien. Si eres más mayor, estás más expuesto o tienes más factores de riesgo, los beneficios que obtienes de la vacunación son mayores que si eres sano y joven. Pero no hay riesgo cero y no sabemos predecir entre aquellos en los que son menos proclives, en teoría, a padecer formas graves, cuáles sí y cuáles no van a enfermar o morir como consecuencia del covid-19. Y, claro, olvidamos lo verdaderamente importante, y es que estamos en una pandemia, y que la prioridad en esa relación riesgo-beneficio es la salud global, y que no es solo lo que individualmente nos aporta la vacunación sino el beneficio que cada uno de nosotros aportamos a la salud de todos. Si no te vacunas y tienes la suerte de infectarte, pero no enfermar gravemente, puede que para ti sea suficiente, pero no solo puedes haber contagiado a otros que no tendrán tanta fortuna, sino que el virus, al infectarte, continúa mutando, evolucionado y acabará haciéndose más resistente y más letal, incluso para los que ahora, como tú, se defienden solos bien.
Si hemos conseguido que la gente circule por la playa o haga deporte al aire libre con mascarilla, sin evidencias científicas que demuestren claramente el beneficio objetivo de dichas medidas, parece bastante más sencillo conseguir que la gente se vacune con los datos abrumadores que tenemos demostrando su beneficio. El análisis de las primeras personas vacunadas contra el covid en Galicia muestra que la vacuna disminuye la probabilidad de que ingreses en una unidad de intensivos en un 100 %, y reduce la mortalidad en un 100 %. Si así no lo entiendes, pues significa que en el período analizado ingresaron en una unidad de cuidados intensivos por culpa del virus más de 600 personas y fallecieron más de 70, pero nadie de los 100.000 gallegos que ya habían completado su pauta vacunal ingresó en la uci o falleció como consecuencia del coronavirus. ¿Son de verdad necesarios más argumentos para vacunarse?