La Voz de Galicia

El merecido premio de Ana Obregón

Opinión

Mónica Pérez

01 Aug 2021. Actualizado a las 10:34 h.

El premio Joan Ramón Mainat que el Festival de Vitoria le ha otorgado a Ana Obregón es meritoriamente merecido. Porque aunque durante años muchos se sonrieron con las historias que contaba «Anita la fantástica», como se referían a ella un poco despectivamente, su trayectoria profesional deja claro que domina el medio a la perfeccción. Lo hacía en ¿Qué Apostamos?, que todos los viernes terminaba con la presentadora metiéndose en aquella ducha portátil que los jóvenes de hoy en día verían como algo del siglo anterior. Antes se había ido a probar suerte en Hollywood, donde llegó a intervenir en un capítulo de El Equipo A, que en aquel momento era como salir en Juego de Tronos. Así que poca broma con Ana Obregón.

Y tras eso llegaron series como Las once en casa y la exitosa Ana y los 7, que sí, su argumento era facilón, pero que consiguió congregar a una media de más de cinco millones de telespectadores a lo largo de sus 91 episodios con una cuota de pantalla media del 29,4 %. Unas cifras impensables hoy y que todas las cadenas, públicas y privadas, pagarían por volver a repetir. Que le sobra oficio, lo demostró en las Campanadas y en Mask Singer, donde brilló con luz propia, eclipsando completamente al resto de investigadores. Ella sola, con su vestido representando el luto blanco, podría hacer show sin nadie más. 

El premio es merecido con creces, y es una alegría para una madre a la que la vida le tenía guardada la peor de las tragedias. 


Comentar