Natalismo, fatalismo y derechismo
Opinión
29 Nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Se reúnen los presidentes autonómicos de la «España vaciada» y hablan de despoblación. La propuesta de aumento de la natalidad como solución demográfica tiene adeptos en todos los partidos, pero en los últimos años se ha convertido en una bandera de la derecha y en un ariete de la ultraderecha. No es casualidad y no es solo cuestión nacional. Históricamente, el natalismo apareció vinculado a líderes como Stalin, Ceaucescu o Franco; sin embargo, con el auge del neoliberalismo en los años ochenta, cambiaron incluso las políticas demográficas de la ONU, pasando del control de la natalidad a la salud reproductiva, porque la Administración estadounidense dejó de financiar el family planning, debido a la presión de lobis ultraconservadores (religiosos, antiabortistas).
Destacando la connotación positiva de ciertos conceptos, como familia, pareja o hijos, y recalcando la connotación negativa de otros, como sexualidad o emigración, unos cuantos líderes políticos se han apropiado de la demografía, sin contar con los demógrafos. Lo suyo es pura ideología, nada que ver con la ciencia. Los demógrafos desmontan una y otra vez bulos sobre el invierno demográfico, el suicidio poblacional, el declive de la civilización, el desierto habitacional, el efecto llamada, la invasión de ilegales o el fin de la españolidad. En ocasiones son convocados a comparecencias parlamentarias o a formar parte de paneles técnicos, aunque se prescinde de sus conclusiones. Los demógrafos son utilizados y sus ideas sustituidas por las de otros supuestos expertos, miembros del Instituto de Política Familiar, Fundación Renacimiento Demográfico, Profesionales por la Ética, Abogados Cristianos u organizaciones similares, que hasta descolocan a la Conferencia Episcopal.
Dichas ideas acientíficas, radicales e integristas se concretan en propuestas políticas. Las comunidades autónomas gobernadas por el PP diseñan planes natalistas de dinamización demográfica tan anacrónicos como propagandísticos. Las comunidades más o menos cogobernadas por Vox asumen como objetivos de sus políticas demográficas el apoyo a las familias numerosas, el asesoramiento para evitar abortos, las campañas pro-vida y pro-familia (pro-familia nacional, se entiende), la dotación de guarderías y la desgravación fiscal según número de hijos; además de cuadrar el círculo demandando la reducción de todo tipo de impuestos. ¡Qué importa el posibilismo; la nato-filia suma votos y la xenofobia los multiplica!