¿Sufre insomnio?
Opinión
25 Jul 2022. Actualizado a las 08:57 h.
el insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes. Se define como la dificultad para iniciar o mantener el sueño, tener un despertar temprano y/o un sueño poco reparador que tiene una repercusión negativa en la vida diaria. Se estima que el 10 % de la población lo padece, pero probablemente esté infradiagnosticado.
El insomnio tiene un gran impacto en la vida de las personas. A nivel psicológico, disminuye el rendimiento, las capacidades cognitivas y produce cansancio. Se asocia con enfermedades psiquiátricas, como la depresión o la ansiedad. Altera el metabolismo de los azúcares, aumenta las cifras de tensión arterial y el apetito, incrementando el riesgo de diabetes, obesidad o hipertensión arterial. A nivel laboral afecta a la productividad y aumenta el riesgo accidentes. Tiene un gran impacto económico debido al número de consultas médicas, bajas laborales, consumo de fármacos, etcétera. En definitiva, hace que las personas tengan una peor calidad de vida. Para su manejo existen diferentes tipos de tratamiento, el no farmacológico y el farmacológico.
La base del tratamiento no farmacológico es tener una correcta rutina diaria y normas de higiene del sueño. Es importante tener una actividad física regular a poder ser con exposición a la luz solar en las primeras horas del día, ya que es uno de los estímulos más potentes para inducir el sueño por la noche. Las siestas no deberían ser de más de 30 minutos. Hay que tener una rutina establecida antes de acostarse, como la toma de un baño de agua caliente, evitar cenas copiosas, no acostarse con hambre, no usar dispositivos electrónicos (móviles, radios o televisión), limitar el consumo de cafeína, alcohol o tabaco. El dormitorio debe estar en silencio, a oscuras y con una temperatura adecuada. Hay que tener un horario regular de sueño, en el que se intente dormir siempre las mismas horas. Si no se consigue, se recomienda levantarse de la cama y realizar alguna actividad relajante y volver cuando se tenga sueño. Dentro de este grupo de tratamientos estaría la terapia cognitivo conductual. Se trata de una serie de técnicas cuyo objetivo es corregir ciertas ideas o actitudes erróneas que tienen los pacientes sobre el insomnio, una mala noche y sus repercusiones diarias.
El tratamiento farmacológico, es un tratamiento de apoyo, en el que debemos tener en cuenta que no existe el fármaco ideal y que todos tienen efectos secundarios, tanto a corto como a largo plazo. En general se consigue una mejoría inicial, aumentado el tiempo de sueño, pero suele ser transitoria, necesitando realizar cambios de dosis o de medicación.
Como conclusión, el insomnio es un grave problema sociosanitario que se asocia a otras condiciones o enfermedades que afecta a la calidad de vida de las personas.
La base del tratamiento es una correcta rutina diaria e higiene del sueño. El tratamiento de elección debería ser la terapia cognitivo conductual, dejando como segunda opción el tratamiento farmacológico.