Madre a los 43
Opinión
12 Oct 2022. Actualizado a las 16:09 h.
La realidad nos muestra como año tras año se atrasa la edad para ser madre, siendo este factor fundamental para el éxito reproductivo. Desde el punto de vista fisiológico, podemos establecerla entre los 20 y los 30 años, pues a partir de esta edad tanto la cantidad como la calidad de los óvulos empieza a verse afectada.
Este proceso viene genéticamente determinado, lo que hace que haya una gran variabilidad en el comportamiento de los ovarios; así algunas mujeres mantienen intactas sus posibilidades de gestar un hijo sano hasta los tempranos 40, mientras la mayoría perderán esa posibilidad de forma marcada a partir de los 35 años. Los problemas derivados de la edad materna avanzada incluyen los propios del embrión/feto/recién nacido por una parte y por otra, los de la madre en su proceso de adaptación a la gestación. En relación con el embrión, está descrito un mayor riesgo de aborto y de embarazo ectópico, ambos asociados a un defecto del número de cromosomas en el embrión.
Otra alteración poco frecuente es la gestación múltiple espontánea, a lo que se suma un problema relevante como es la posibilidad de gestar un feto con un mayor número de cromosomas, como en el caso del síndrome de Down. Esto afecta con mayor probabilidad conforme avanza la edad materna.
El envejecimiento es fundamentalmente un problema ovárico como hemos descrito, pero el útero también va perdiendo funcionalidad. Esta es la razón por la que los problemas de la placenta aumentan con la edad.En el caso de la madre, incrementa el riesgo de diabetes gestacional y de hipertensión asociada al embarazo. La preeclampsia no solo es más frecuente en mujeres de edad materna avanzada, sino que tiende a ocurrir de forma más severa. Afortunadamente, estas patologías se detectan de forma temprana, disminuyendo el impacto que puedan tener sobre la madre. Finalmente, está descrito un mayor riesgo de prematuridad y de niños pequeños para la edad gestacional conforme avanza la edad de la madre.
La reproducción asistida contribuye a la consecución de embarazos en mujeres que, de forma natural, en particular por la edad, tendrían una muy baja probabilidad de gestar espontáneamente. Pero sobre todo y gracias a una correcta evaluación de los riesgos de forma pre-concepcional, se diseña una estrategia personalizada que mejore el pronóstico reproductivo de las pacientes.
En IVI, actualmente, el 45 % de los tratamientos realizados en nuestras clínicas de España son a mujeres mayores de 40. No debemos perder de vista que un embarazo, a cualquier edad, representa un riesgo para la mujer. No obstante, hoy en día, y gracias a la medicina reproductiva, se han conseguido eliminar muchos de los riesgos asociados. Pese al aumento en la edad para ser madre, la disponibilidad de tecnología avanzada nos permite reducir la tasa de abortos y optimizar los resultados.
Gracias al estudio de los embriones previo a ser transferidos hemos conseguido acortar el tiempo hasta conseguir un embarazo evitando implantar embriones anómalos, reducir los abortos y mejorar los resultados de los tratamientos.Esta mejor selección también ha permitido reducir los embarazos múltiples, en nuestra firme apuesta por la transferencia de un embrión único.Cuando la posibilidad de gestar con ovocitos propios es muy baja o se fracasa en el intento de conseguirlo por esta vía, se recurre a los ovocitos donados, lo cual ofrece mayores garantías de éxito.
Si se quiere evitar llegar a esta situación, la medicina reproductiva permite la vitrificación de ovocitos como medida de preservar la fertilidad y evitar el impacto del reloj biológico sobre la misma. Este tipo de tratamiento ha incrementado en los últimos años, especialmente como una forma de diferir la maternidad a edades avanzadas, pero con la disminución del riesgo del deterioro de los óvulos.
No obstante, por encima de la edad, lo más importante es el estado de salud en ese momento. Una correcta dieta, hábitos, salud física y mental son claves para tener una vida y un cuerpo preparados para la maternidad. Además, consultar antes de un embarazo es una estrategia recomendable para prevenir complicaciones durante el mismo.