La Voz de Galicia

Pasapalabra: Orestes y Rafa, ganadores

Opinión

César Casal

26 Jul 2022. Actualizado a las 09:13 h.

Pasapalabra es una familia de la que es anfitrión Roberto Leal. Un tipo que hace honor a su apellido y más. Leal, amable, afable, divertido. Una sonrisa de presentador. Un diez como conductor del concurso que arrasa en Antena 3. No sé cuántos roscos nos hemos comido desde que Pablo se llevó el último bote. Ahora los competidores son Orestes y Rafa. Vaya dos. Ambos viejos conocidos de este formato televisivo. Ambos dos máquinas de las palabras. Podrían recitar páginas enteras de miles de diccionarios. Todas las tardes nos dejan alucinados con sus duelos al límite.

Rafa es sevillano. Es un tiburón. Rapidísimo. Contesta a veces antes de que Roberto termine de formular la definición. Es una máquina. Pero enfrente tiene al mítico Orestes. Un mito, sí. Más de doscientos programas seguidos. Orestes es rocoso, como dice Rafa. Orestes es un burgalés que se hace querer. Rafa ha mejorado mucho y ya empatiza más, pero, en el cara a cara, en enamorar al público, lleva las de perder frente al bueno de Orestes. Los chistes terroríficos que hace Orestes con unos juegos de palabra totalmente al límite se han convertido en un clásico. Como dijo Santiago Segura hace poco: «Eres un genio en lo de las palabras, pero para ser un genio del humor todavía tienes que trabajártelo un poco más».

Luchan por más de un millón de euros. Están muy igualados. Rafa va un poco por delante, aunque lleve menos tiempo. Ha estado en las últimas semanas a una sola respuesta de comerse el rosco entero. 24 aciertos, una barbaridad. Orestes es difícil que baje de los 22 aciertos. Todos los famosos invitados que van desfilando para acompañarles, semana tras semana, no se creen a los dos fenómenos que tienen al lado. Les hemos escuchado acertar palabras imposibles, casi, casi de castellano antiguo. La cadena está explotando como es lógico al límite este duelo de genios. Pero los dos cuando pierden tienen que jugársela en la llamada silla azul, que les puede dejar fuera del programa. Hubo alguna silla azul muy caliente, que no fue apta para cardíacos. Con aspirantes que casi tumban a Orestes y a Rafa cuando tienen que enfrentarse a ese abismo. Pero de momento ahí siguen los dos. El sevillano y el burgalés, en un pulso de letras y definiciones que está marcando una época del programa como en su día la marcó Pablo, que sí logró llevarse el bote. ¿De quién eres de Orestes o de Rafa? ¿Quién se llevará el pastón? Lo veremos. Pasapalabra lo siguen millones de personas. Para muchos mayores es como el reloj que les marca la hora de cenar. Es un programa en el que siempre se aprende algo nuevo. A Orestes y a Rafa hay que seguirlos con un diccionario en la mano. Los dos reconocen que le dedican horas al estudio. No hacía falta que lo jurasen. O ¿cómo es posible que les pregunte Roberto Leal por «poner en lejía de agua y ceniza las madejas de hilo antes de sacarlas al sol para curarlas» y que Rafa, por ejemplo, conteste «empuchar».


Comentar