El publirreportaje de Tamara Falcó
Opinión
07 Aug 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Heredar un viejo castillo donde han pernoctado reyes y príncipes puede dibujarse para muchos como un sueño inalcanzable. Tamara Falcó enseña que, además de un privilegio propio de su abolengo, es un legado caro de mantener, con miles de metros cuadrados de tejados con goteras, contraventanas desvencijadas y paredes con humedades y pintura escarchada. Buena parte del presupuesto que necesita para la reforma lo habrá obtenido del programa de telerrealidad de Netflix La marquesa, donde pone en práctica algo innato para ella y su familia: mostrar al público su perfil bueno, antes en las revistas, ahora en el audiovisual.
La hija de Isabel Preysler aprovecha el tirón popular del que disfruta desde que salió airosa y ganadora de MasterChef Celebrity. Para que no resulte soso, este documental sobre su vida y su figura se adereza con un guion en torno a su faceta como cocinera y el desafío de abrir su propio restaurante. La marquesa suma géneros y contiene una pizca de MasterChef, un poco de espacio de reformas y, sobre todo, mucha, mucha publicidad. De baldosas, de pisos caros, de ropa y cosmética de lujo. Pura propaganda. Netflix ofrecerá próximamente una modalidad de suscripción que será más barata porque incluirá anuncios. Ver este programa de televenta ya debería dar derecho a un descuento.