La campaña contra Feijoo

Sigue faltando un mundo para que se celebren las elecciones generales. Pero la guerra abierta entre PSOE y PP estresa a toda la política española.

Pedro Sánchez tocó a rebato contra Feijoo y desde entonces es como si todo hubiera cambiado. El presidente del Gobierno hace cosas muy bien y otras muy mal. Una de las buenas le está saliendo redonda. Ha conseguido que se hable menos de su trabajo diario, que cuando menos transcurre en el capítulo de lo discutible, para que se ponga en el foco a su contrincante. Ha logrado que todo su batallón de seguidores hayan salido en tromba a por el gallego hasta que se haya instaurado en un sector de la sociedad que Feijoo es una especie de fiasco, que no tiene capacidad para hacerse cargo de una empresa como es la de gobernar España. Es curioso que a tanta gente se le haya ocurrido a la vez que el expresidente de la Xunta es un gallego al que Madrid le queda grande.

Y no solo es la izquierda la que está intentando desgastar al líder del PP. Dentro del propio partido sigue teniendo en Isabel Ayuso a un dolor de muelas con el que va a tener que convivir. La lideresa de Madrid tiene muchos votos que ofrecer, pero la lealtad no es su fuerte.

Pero de todas formas se está desenfocando tanto el escenario actual que parece que Feijoo ha descendido a los infiernos. Y esto es algo más que relativo. Se está ofreciendo como prueba de la pronta decadencia de Feijoo que las encuestas han dado un giro y la realidad no parece para tanto. La última de ellas, elaborada por Sigma 2 para El Mundo, da de nuevo la victoria al PP sobre el PSOE. Es cierto que se ha producido un frenazo con respecto a encuestas anteriores. Pero de celebrarse hoy los comicios, Alberto Núñez Feijoo obtendría el 30,5 % de los votos y lograría entre 132 y 133 escaños, frente a Pedro Sánchez, que obtendría el 26 % de los sufragios y 105 diputados en el Congreso. Es decir, la distancia es menor, pero con el apoyo de Vox se quedaría a un escaño de la mayoría, la cual conseguiría con el diputado de Ciudadanos. En resumen, que Feijoo sigue estando en el partido a pesar de la batería de medidas sociales que un hábil Sánchez ha tomado en los últimos tiempos.

La enorme campaña de desprestigio emprendida contra él le ha hecho mella relativamente. Es peor el fuego amigo y la presión a la que está siendo sometido desde este frente, en el que le reclaman una mayor belicosidad contra el sanchismo y que pase al ataque. Debe aguantar los empellones que recibe a izquierda y derecha y mostrar una coherencia muy compleja cuando tú eres el líder de una organización con diferentes sensibilidades y cuando además quieres pescar en el caladero más centrado de tus adversarios.

Lo dicho, falta un mundo para las elecciones y todo puede pasar, pero de momento lo que sucede es que ganaría las elecciones Feijoo a pesar de todos los pesares.

Salvo para el CIS, donde Tezanos siempre le da un plácido baño y masaje a un Pedro Sánchez que, ciertamente, también está en el partido.