Ley defectuosa, reacción nefasta
Opinión
21 Nov 2022. Actualizado a las 18:18 h.
Cuando una ley provoca efectos contrarios a los deseados no queda otra que reconocerlo, asumir responsabilidades y modificarla si es necesario. Esto se eleva a la máxima potencia cuando se trata de una tan sensible como la llamada ley del «solo sí es sí», cuyo objetivo era dar más protección a las mujeres (y ciertamente lo hace en otros aspectos), pero está sirviendo para que agresores sexuales rebajen sus penas o sean excarcelados. Pese a que hubo advertencias de que esto podía pasar, se siguió adelante. ¿Cuál ha sido la reacción de la ministra Irene Montero, que hizo suya esta ley como bandera de su gestión al frente del Ministerio de Igualdad? Sostenella y no enmendalla. Peor aún: culpar a los jueces que rebajan las penas de incumplir la ley por su machismo. En este punto cabe recordar que las sentencias y resoluciones de los tribunales se pueden criticar, el judicial no es un poder con patente de corso. Pero hacerlo por interpretar la ley de forma legítima (aunque ciertamente quepan otras) es muy grave. Mientras Montero, Iglesias, Echenique, Rosell y otros dirigentes de Podemos atacaban a los jueces, la parte socialista del Gobierno y Yolanda Díaz incidían en que hay esperar a que el Tribunal Supremo armonice su aplicación. Una reacción razonable, pero hay que recordar que la ley compromete a todo el Gobierno, que en su redacción participó el Ministerio de Justicia y fue aprobada en el Congreso y el Senado. Algo tendrán que decir quienes la apoyaron. Esperemos que este varapalo sirva para que quede aparcada la denominada ley trans, otra de las propuestas estrella de Montero, sobre cuyos efectos indeseables ha habido numerosas advertencias jurídicas muy bien fundamentadas.