La Voz de Galicia

El Gobierno de la paradoja

Opinión

Xosé Carlos Caneiro

08 May 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Jorge Luis Borges y Chesterton, maestros, sentían singular querencia por las paradojas. El creador del padre Brown hizo de la paradoja un argumento literario, ideológico y religioso. Borges, una metafísica. La primera que lo fascinó fue la de Zenón de Elea contra el movimiento. En su libro Discusión le dedica un ensayo brillante. Es la paradoja de Aquiles y la tortuga. Aquiles no deja de acercarse al quelonio pero nunca llega a alcanzarlo. Incluso llegó a escribir un célebre Argumentum Ornithologicum. Me permito transcribir esta alhaja: «Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si Dios no existe el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, o dos pájaros. Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible, ergo, Dios existe». Queda, pues, demostrada la existencia de Dios. Contando pájaros. Del mismo modo queda acreditada la existencia del Gobierno de la paradoja, el que actualmente dirige España. Es imposible conocer el número exacto de las paradojas que lo consumen (al Gobierno) y de paso nos consumen (a la ciudadanía).

 

 

 

¿No resulta paradójico que una vicepresidenta de Sánchez construya un nuevo partido, Sumar, para prometer que hará lo que no hace en el Ejecutivo que vicepreside? Es difícil encontrar una paradoja más pura. Sin embargo, las encontramos a poco que pensemos. Hace siete días, por ejemplo. Se manifiestan los sindicatos el Primero de Mayo para solicitar subidas salariales, mayor poder adquisitivo para los trabajadores, etcétera, y a la manifestación acuden seis ministros, seis, que son responsables en buena medida de que el poder adquisitivo de los españoles (lo dice la OCDE) sea el que más se ha reducido en toda la zona euro: un -5,1 % el pasado año. Se manifestaban seis ministros, seis, sin tener en cuenta que el paro juvenil de España es el más alto de Europa, así como el número de parados que maquillan con descaro supremo, alrededor de tres millones de personas. También tenemos más de un millón de hogares con todos los miembros sin trabajo. Pero era preciso manifestarse contra sí mismos. Incluso manifestarse contra la renta per cápita que recibimos los españoles, que en los años de Sánchez ha descendido considerablemente hasta llegar a situarnos por debajo de Chipre o Malta. Pero, reitero, era preciso manifestarse contra sí mismos. He llegado a la conclusión de que nos toman por catetos, sin más.

Sus paradojas son un modo de mantenernos anestesiados. Contando pájaros, como hacía Borges.


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