La Voz de Galicia

¿Su hijo come bien? Tenga a mano al nutricionista de su centro de salud

Opinión

María José Navarro G. Nutricionista-dietista. Servicio de Atención Primaria en Oleiros.

02 Jun 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Hemos ido evolucionando la forma de alimentarnos desde el comienzo de la humanidad, desde ser caminantes, recolectores, cazadores, pescadores, agricultores y criadores de animales, a convertirnos en individuos cada vez más sedentarios y condicionados por la inmediatez que impone el tiempo. Este ritmo acelerado nos ha guiado hacia el camino de las comidas rápidas, de los productos ultraprocesados y de los alimentos ricos en densidad calórica pero pobres en nutrientes.

 

Y es por esto que educar en alimentación a los más pequeños resulta interesante, porque no solo podemos ayudar a mejorar sus hábitos alimentarios sino que también contribuye a que los niños sean agentes de cambio para sus hogares y comunidades.

Orientar a la población infantil puede además prevenir enfermedades por déficit nutricional, como en el caso de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o por exceso calórico, donde encontramos el sobrepeso y la obesidad, que de manera acelerada, han venido incrementándose en los últimos años en este grupo etario.

Desde diciembre del 2022, nos hemos incorporado a la atención primaria de Galicia los nutricionistas-dietistas ubicándonos en los diferentes centros de salud de la comunidad, con funciones de tipo asistencial y comunitaria, y formando parte del equipo multidisciplinar sanitario.

Desde el centro de salud de Santa Cruz en Oleiros (A Coruña), se han diseñado charlas como parte de las actividades comunitarias y están dirigidas en primera instancia a la edad escolar (5º y 6º de primaria), con el propósito de promover un estilo vida de saludable de manera sencilla, didáctica y a la vez participativa, donde los niños sean capaces de reconocer los alimentos más beneficiosos para su salud, crear platos equilibrados y analizar el etiquetado nutricional.

La edad escolar es una etapa fundamental para el aprendizaje, el descubrimiento de la vida social y la adquisición de hábitos. Con las charlas tenemos la oportunidad de crear conciencia y sensibilizar a los niños para lograr mejorar su alimentación y consolidar las bases saludables para la etapa adulta.

Los pequeños cambios son significativos, pero ¿cómo lo logramos? Pues de forma muy sencilla: aumentando el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, lácteos, pescados azules, aves y huevos, utilizando alimentos de temporada y de proximidad, eligiendo agua como bebida ideal, grasas saludables como el aove y el aguacate, evitando el exceso de sal, de azúcares añadidos, de grasas saturadas y de alimentos ultraprocesados, sin olvidar la actividad física y recreativa.

Durante las charlas los niños aprenden el concepto de los alimentos y su clasificación, sus funciones, la rueda, la pirámide alimentaria y el plato saludable acorde a la edad. Comprenden también el concepto de alimentación saludable: «equilibrada, variada, suficiente, fraccionada, segura y completa, además de asequible y sostenible con el medio ambiente». Como parte práctica de las charlas surge el aprendizaje de la lectura de las etiquetas nutricionales.

La alimentación es un proceso consciente, por ello es necesario que las nuevas generaciones tengan las bases para alcanzar un crecimiento y desarrollo óptimo, para la toma de decisiones más saludables y para generar cambios en su ámbito social. Los niños tienen el poder en sus manos.


Comentar