España, feminismo y pensamiento único
Opinión
29 Aug 2023. Actualizado a las 05:00 h.
El sanedrín popular ya ha acusado, juzgado y condenado a Luis Rubiales, a Vilda y a todo el que ose desmarcarse del pensamiento único y la teoría oficial que tan bien repiten los altavoces del Gobierno. Con la ayuda inestimable de la FIFA, ese organismo de tradición incorruptible y que organizó el último Mundial (masculino) en Catar, donde las mujeres necesitan autorización del hombre para casarse, viajar al extranjero o acceder a servicios de salud reproductiva.
Al suspendido presidente de la RFEF le ha pasado como a cualquier hombre que es denunciado por su mujer o por otra fémina: primero es detenido y luego ya tendrá tiempo de demostrar su inocencia (y si tiene hijos no los verá en una buena temporada).
Con esta «justicia social», ¿para qué queremos tribunales, jueces, letrados...? Nos ahorraríamos una pasta y se acabarían los retrasos en los juzgados, cosa resuelta.
De juzgado de guardia es que la Fiscalía de la Audiencia Nacional presione a Jenni Hermoso para que se adhiera a una denuncia por agresión sexual. Si un beso en un contexto de celebración y euforia tiene esa tipificación como delito, ¿no podría también acusársele de algo a la jugadora por achuchar, abrazar, apretar contra su cuerpo y levantar a Rubiales? O a la propia Yolanda Díaz, que el pasado día 17 se comió a picos a Pedro Sánchez durante la constitución de la Mesa del Congreso. Pobrecito.
El feminismo no tiene nada que ver con esto, no lo inventaron las actrices del Me Too ni las ministras de Podemos y Sumar. Se acabó ya lo cantaba María Jiménez en 1978, y mucho antes hubo mujeres que, en una sociedad efectivamente machista —pero que no es la actual—, fueron avanzando en conquistas hasta la igualdad de que disfrutan, entre otras, las futbolistas de la selección femenina. España será campeona cuando acabe con sus ansias de revancha.