De la moción de censura a la amnistía
Opinión
14 Dec 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Si hemos pasado años observando cómo la derecha asumía con regocijo el apodo de «Gobierno Frankenstein» con el que Rubalcaba había definido al Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez, será tiempo ahora de repasar análisis y hechos alrededor de lo sucedido en Cataluña, utilizando intervenciones públicas y escritos del propio Rubalcaba, accesibles muchos de ellos en hemerotecas y en la Fundación Felipe González, además de en el Congreso de los Diputados, depositario de su legado. Sin olvidar que a Rubalcaba también le horrorizaba un posible «gobierno Francostein», que él decía.
La reflexión se impone. ¿Cómo hubiera sido la evolución del conflicto catalán si no hubiera habido moción de censura? Y por tanto Rajoy —incluso Cospedal— debieran asumir el deber de gestionarlo.
Un conflicto, al igual que el del Plan Ibarretxe sustanciado por el Gobierno de Zapatero, que se remonta a los años 2005 y 2006. Y que supone una confrontación con la propuesta del nuevo Estatuto catalán desde el inicio de su tramitación. Recogida de firmas, llamamientos al boicot de los productos catalanes, negativa reiterada a participar en su articulación y gestación, y, por fin, recurso al Constitucional, donde —con recusaciones ad hominem— se desequilibra su composición para la sentencia del 2010.
Amores y desamores entre Rajoy y Artur Mas, o entre PP y CiU, que empezaron a agriarse, además de con la sentencia, con los drásticos recortes de Rajoy y el apoyo innecesario de CiU. Luego, de acritud en acritud con la operación Cataluña y Andorra por medio, hasta la consulta del 9-N, la entrega a la CUP y Puigdemont del Gobierno de la Generalitat, el 1-O, el 155 tardío. Y sobre todo la ceguera y la inacción del Gobierno popular el 6 y 7 de septiembre con las inconstitucionales y antidemocráticas leyes de desconexión, que sometían a la mitad de los catalanes no independentistas, y toda la trama que desde ahí corrió. Dolores de Cospedal, desplazada la noche del 30 de septiembre a Cataluña. Y al fin la independencia que no fue, el discurso del rey y, ahora sí, el 155 acordado con el PSOE de Pedro Sánchez.
En todo este itinerario, desde el 2006, están las políticas y propuestas de Alfredo Pérez Rubalcaba. De viva voz y por escrito. Como muestra, el 4 de octubre del 2017 en aquel artículo Ganar a los independentistas, escrito al tiempo que el rey hacía el discurso de la noche del 3 de octubre. En el que enfatizaba: «Tenemos que sustituir el mensaje de ‘queremos vivir juntos' por el de ‘tal es nuestra voluntad de seguir juntos que estamos dispuestos a cambiar nuestras normas de convivencia, el pacto territorial contenido en la Constitución, para poder hacerlo'. Y para eso, dialogar y pactar, y luego votar juntos para seguir juntos. Porque votar habrá que votar…».
Por eso persiste la pregunta. ¿Qué hubieran hecho Rajoy, Ayuso, Moreno, Feijoo, e incluso Cospedal, si no hubiera habido moción de censura, para solucionar el conflicto catalán?