La Voz de Galicia

Lo importante es el cómo y no el cuánto

Opinión

Enesto S. Pombo

03 Feb 2024. Actualizado a las 21:16 h.

Desde la misma noche electoral del 23J, cuando se vislumbró la posibilidad de que Pedro Sánchez lograra la presidencia del Gobierno, comenzaron las apuestas sobre la duración de la legislatura. Los que hoy ocupan la oposición aventuraron un mandato de solo unas semanas. Y gran parte del país se hizo a la idea que el Ejecutivo más pronto que tarde tendría que darse por vencido y abandonar. Pero el debate fue fraudulento. Porque lo importante no es cuánto tiempo va a mantenerse esta legislatura. Lo fundamental es en qué condiciones se desarrolla. Cómo va a ser la convivencia.

 

Porque acabamos de ver y vivir esta semana un nuevo capítulo del esperpento, que ya se ha hecho habitual, por el comportamiento de los representantes de la revolución de los señoritos de Cataluña. Después de permanecer durante meses acorralando, por no decir chantajeando, a Sánchez y los suyos, que también hay que resaltar que no hacen mucho por evitarlo, se han decidido a tumbar en el Congreso la ley de la amnistía porque su enésima exigencia no fue atendida. Y porque, según Nogueras, esta es una amnistía selectiva y ellos la pretenden general. Sin aclararnos si también propondrán que afecte al asesino de Pedralbes.

El ideario, los estatutos y la razón de ser de Junts ha quedado reducida a una sola idea. Salvar al amado líder de quedarse eternamente en Waterloo o de que el mundo mundial lo vea entre rejas. Y para ello se plantea lo que sea necesario porque hace ya tiempo que dejó de ser un partido democrático y con visión de Estado. Claro que visión de Estado decíamos que tenía el honrado Pujol, que fue el que ideó todo este desaguisado.

La aprobación burlesca de los tres decretos anticrisis fue solo un avance de lo que llegaría más tarde. Cuentan que la formación independentista desquicia a los socialistas, sabedores de que son sometidos a una subasta continua, porque aprietan y «así no se puede aguantar» y que la «legislatura será una tortura», según dicen. La táctica es tensar la cuerda todo lo posible ante el posibilismo de ERC. Nadie en este país cree que Gobierno y posconvergentes puedan llegar a alcanzar un acuerdo y una colaboración, pese al desprestigio causado al presidente Sánchez y a la institución.

Y a esto, para abrir el plano general, hay que unir las desavenencias, de momento leves, de socialistas y Sumar y la confrontación de ambos con el PP y sus socios ultras, que tampoco tiene visos de rebajarse; el juego de Podemos, que mostró su alcance votando con el facherío, el acoso judicial, y que Esquerra exige abrir una nueva fase de negociación con la votación sobre la independencia encima de la mesa.

No hay tregua en la vida política española. Y, por tanto, tampoco en nuestras vidas. Así está siendo desde los primeros instantes de esta legislatura. Un sin vivir. Un disparate. Por eso que lo importante no es el tiempo que se prolongue la legislatura. Sino en qué condiciones.


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