X, cuando vimos el rayo verde
Opinión
20 May 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Nos hemos centrado tanto en intentar hacer visibles los intereses ocultos de los algoritmos que nos hemos olvidado de que también hay cosas buenas en esas cámaras de resonancia en las que se han convertido las redes sociales. Domingo, de madrugada, con la televisión pasando una de las mil conspiraciones para derrocar el Gobierno e iniciar una guerra nuclear que se han rodado y, de repente, el cielo se vuelve completamente verde por un segundo. Lo primero, sorpresa. Lo segundo, miedo. Lo tercero, incredulidad. Quizá me haya fallado la vista, quizá me lo he inventado. A lo mejor mi cabeza ha decidido acordarse por un segundo de Rohmer y convocar un rayo verde aunque las vacaciones de verano ni siquiera han comenzado.
Llega entonces la compañía: el formulario de búsqueda en X devuelve decenas de resultados a dos palabras: cielo verde. Lo han visto de Valladolid a Ciudad Real, en Lugo, en Culleredo, en Madrid, en Sevilla, en Portugal. Un bólido, un meteorito, una estrella con la misma fugacidad con la que se desvanece de nuevo en un mar de anuncios y de comentarios polarizados ese instante en el que cobró de nuevo sentido el sintagma red social: una manera de sentirse acompañado, entender, conjurar la soledad. Saber que el rayo verde ha sido colectivo y no una mala pasada de una mente a la que le cuesta descansar.