Verano es verbena

Alrededor de 2.000 verbenas se celebran cada año en los 313 concellos gallegos, el 97 % durante los tres meses del verano, animadas por las cerca de 400 orquestas que recorren Galicia en la geografía de las fiestas patronales, advocaciones religiosas o buscando cualquier pretexto para la diversión y el jolgorio. En Galicia la verbena es una tradición cultural endógena que tiene desde mediados de junio hasta bien entrado septiembre su particular burbuja anual.

Existen fechas señaladas como los dos días 15 y 16 de agosto en que Galicia es una fiesta integral donde las romerías y celebraciones festivas son como una mancha de aceite que ocupa todo el país.

Salimos de un húmedo letargo, de un invierno que parecía perpetuo y nos encontramos con esa explosión tibia de la luz que nace en las primaveras y se prolonga en los meses del estío.

Recientemente, en el tiempo que siguió a la pandemia ha habido un resurgir de las verbenas populares y un fenómeno fan de seguidismo por parte de multitud de jóvenes y no tan jóvenes que siguen a las orquestas allí por donde actúan, pueblo a pueblo. Propiciada, auspiciada por la televisión autonómica, con programación específica que promueve a través de concursos y programas monográficos a las más populares formaciones orquestales de nuestra tierra.

París de Noia, Panorama, Satélites, El Combo Dominicano, o la Orquesta América, conforman junto con la Olimpus la oferta más popular en ciudades, pueblos, villas y aldeas a lo largo y a lo ancho de Galicia. El «campo da festa» en el país interior y rural es el ámbito, el lugar mágico y solemne donde tiene lugar la verbena.

El verano acoge y protege a quienes van a «echar una pieza» o a emocionarse con la voz engolada de un vocalista clásico como el veterano Sito Sedes. La fiesta popular gallega, con sus foguetes, sus rosquillas, sus botiquines, el pulpo cocido a la vista y el churrasco tiene una lectura antropológica con fondo musical de reguetón, cumbia o bachata, con macroescenarios gigantescos, números acrobáticos y pirotécnicos y animadoras haciendo los coros, incendiando la noche cuando está la verbena en el centro del verano, porque el verano en Galicia es verbena.