Yo soy española, española, española
Opinión
21 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Arranca Morata, que se la pasa a Olmo. Queda partido suficiente para cambiarle el humor al país y meter bajo la alfombra el racismo sin barrer. Es más fácil patear prejuicios cuando la feria va contigo y Lamine y Nico chutan bien. Aunque hace unos días algunos se preguntasen qué selección es esa con un negro de rastas e insultasen a Ana Peleteiro, que es más gallega que los grelos, pero una negra más. Blanquea mejor el odio al tizón en los laureles. Cuesta más sobre la arena, aunque inmigrantes sin papeles estén cuidando a nuestros mayores, ordeñando vacas y arrastrando xurelo mientras se estrellan con una ley de extranjería que no les echa del país, pero les condena largamente a trabajar en el mismo color que su piel. Corren los minutos y marcan. Somos mejores con ellos. O quizás solo sea el sueño de una noche de verano. Recordemos que, aunque aplaudimos a las chicas de la Selección, cuando después le escupieron al machismo el señoro español revivió. Estamos a punto de ganar a Inglaterra y ya hay memes donde la sangre de Trump tiroteado forma los colores de la rojigualda. Todo es global e instantáneo. Por eso el segundo gol llega cuando internet te narra la desgracia de Shannen Doherty, que no pudo pagarse a tiempo las pruebas tras haberle sido diagnosticado un tumor en el primer país del mundo. Te saca del partido la inolvidable Brenda Walsh porque piensas en tu padre, que no es actor pero sufre cáncer y, si tiene esperanza, es por obra y gracia de la sanidad pública. Eso sí es una victoria. Ni escuchas ya el pitido final. Estás berrando. A ti, realmente, fue una actriz muerta la que te hizo gritar «yo soy española, española, española».