El final de la tabla periódica
Opinión
17 Sep 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Los últimos elementos químicos de la tabla periódica (TP) tienen una existencia efímera. No se hallan en la naturaleza y se obtienen bombardeando un átomo blanco con iones de otros átomos. Se intenta que existan el tiempo suficiente para se puedan determinar sus características y confirmar que es el elemento que se trata de obtener. Los elementos químicos de números atómicos del 110 al 112 son los últimos que tienen asignado nombre. El 110 lleva el nombre de la ciudad alemana Darmstadt; el 111 el de Röntgen, descubridor de los rayos X, y el 112 el de Copérnico (matemático y astrónomo). A partir del elemento 113, a la espera de que sean descubiertos, se ha optado por darles un nombre que representa el número que tienen en la TP, con dígitos expresados a través de una mezcla de raíces griegas y latinas. Así, el 113 (uno, uno, tres) se llama Ununtrio (un, un, trio; símbolo Uut). El 114 (uno, uno, cuatro) se llama Ununquadio (un, un, quadio; símbolo Uuq). El 115, Ununpentio (un, un, pentio; símbolo Uup). El 116, Ununhexio (un, un, hexio; símbolo Uuh). El 117, Ununseptio (un, un, septio; símbolo Uus). El elemento 118 se llama Ununoctio (un, un, octio; símbolo Uuo). El 119, Ununennio (un, un, ennio; símbolo Uue). Para finalizar, el 120 (uno, dos, cero) se llama Unbinilio (un, bi, nilio; símbolo Ubn).