«¿Variar las penas por delitos de sangre en función de los ingresos?»
Opinión

12 Mar 2025. Actualizado a las 05:00 h.
Educación social
Hace tiempo dejé el trabajo en primera línea como educadora social en centros de menores. Ahora me dedico de forma individual y autónoma a acompañar de manera socioeducativa y terapéutica a los menores. La rabia y la indignación por un sistema violento con profesionales y menores acompañados es la misma, pero la precariedad y la falta de recursos no.
Trabajamos en un sistema que silencia las necesidades de las profesionales y precariza una profesión en beneficio de empresas que se lucran de privatizar un servicio social. Al dolor y a la urgencia por dignificar una profesión invisible para la sociedad y el Estado, se une que tenemos que convivir con el odio y el racismo hacia las personas que atendemos. Criminalizar a menores es inhumano y el reflejo de una sociedad que premia el capital, el machismo y la xenofobia.
El sistema de protección a la infancia necesita estar financiado de forma digna, y esto es un síntoma de que no se protege así ni a los menores ni a los educadores. Belén (la educadora social asesinada en Badajoz) nos recuerda las múltiples violencias sufridas por el sistema. Y a mí me recuerda por que un día decidí bajarme de esa primera línea. Lara Rodríguez.
Las multas no son impuestos
Ver un radar móvil situado detrás de un zarzal en una travesía un domingo a las ocho de la mañana, que el radar de tramo de la comarca esté situado en un túnel con doble carril y con pendiente descendente prolongada (en contra de la directriz europea), o que en la salida de una autopista, con doble carril, mediana y con pendiente pronunciada, se coloque un límite de 50 kilómetros por hora y un radar fijo, hace que el ciudadano intuya afán recaudatorio dentro de los Presupuestos Generales del Estado (o de la Administración correspondiente). Pero que un partido político proponga variar el importe de las sanciones de tráfico en función de los ingresos es la confirmación de que las consideran un impuesto y, consecuentemente, la progresividad debería ser una de sus características.
Puesto que la gravedad de determinadas infracciones de tráfico hace que pasen de falta administrativa a delito, ¿qué podemos esperar la siguiente vez? ¿Variar las penas por delitos de sangre en función de los ingresos? ¿Cuál será el criterio? ¿Más pena al obrero o al rico? Roberto García Fernández. Moeche.