Los distintos trajes de la muerte
Ourense
Ataúdes convencionales o decorados con cuero, bambú o metal, materiales reciclables y lujo extremo son algunas de las posibilidades que ofrece Funergal
23 Jan 2010. Actualizado a las 02:00 h.
Ecología, diseño, innovación y hasta lujo son conceptos que se manejan desde ayer en Expourense, donde se celebra la sexta edición de Funergal, una cita pensada para dar cabida a todos lo servicios y productos que abarca el sector funerario en España y Portugal.
Y es que, aunque pueda parecer que en lo que concierne al óbito las cosas son las de toda la vida, las cosas en realidad han cambiado mucho. Pensando en la comodidad de los familiares, pero también en los gustos y posibles deseos del fallecido, hay un amplio abanico de posibilidades que van desde lo más clásico hasta diseños innovadores y propuestas cuando menos llamativas.
Una de las que más está dando que hablar es el sistema de refrigeración del ataúd, pensado para velatorios en viviendas o en localidades que carecen de tanatorio. Por menos de 3.000 euros, una funeraria puede adquirir esta «tapa refrigeradora», que se coloca sobre el vaso del ataúd, para dar este servicio a quien lo solicite.
El dispositivo, fabricado por Ceabis y distribuido en España por el grupo Cesmar, en colaboración con la firma ourensana Ataúdes Gallego, consume lo mismo que una nevera doméstica y alcanza temperaturas de hasta treinta grados negativos.
La distribuidora quiere ahora potenciar su uso en los tanatorios, como sustituto de las salas refrigeradas. Entretanto, el público puede valorar distintos diseños de ataúd, desde el clásico de toda la vida hasta líneas redondeadas, maderas de colores cálidos y decoración exterior a base de cuero, espejos, metal o bambú, con especial predominancia de materiales ecológicos, tanto en el exterior como en el interior.
El último paseo
Quien no pudo disfrutar de una limusina en vida tal vez quiera darse un último capricho, aunque sea más bien simbólico.
Para ello, hay que contratar el funeral en alguno de los pocos tanatorios que podrían disponer de un Maserati equipado con todo lujo como el que se puede contemplar en Funergal. Un vehículo que convierte el transporte del féretro en toda una ceremonia y también en un acontecimiento.
Es una serie limitada que se puede ver por primera vez en España y cuya adquisición cuesta cerca de 250.000 euros.