Un desprendimiento de piedras de gran tamaño mantuvo 7 horas cortada la N-120 en Ramuín

Numerosos conductores se vieron afectados a última hora del viernes, en plena Nochebuena, por un desprendimiento de piedras que se registró en el kilómetro 558 de la N-120, en el término municipal de Nogueira de Ramuín.

El incidente tuvo lugar a las nueve. La inesperada caída sobre la calzada de piedras de gran tamaño sorprendió a varios conductores que pasaban en ese momento por la vía, aunque ninguno de ellos se vio afectado. Eso sí, enseguida dieron aviso de lo ocurrido a la Guardia Civil de Tráfico, que envió a la zona varias patrullas.

Las dimensiones enormes de las piedras del talud que se derrumbó sobre la vía hicieron necesario que se cortase al tráfico de inmediato en los dos sentidos, para evitar riesgos a los conductores. Todos los que a esa hora tenían que pasar por la zona -el desprendimiento se materializó cerca del cruce de Penalva y Melias- tuvieron que ser desviados por la C-546. La mayoría, como no, se dirigían a sus casas para cenar con sus familiares aunque es posible que muchos de ellos llegasen un poco tarde debido al incidente. La N-120 es, a efectos prácticos, la única vía de comunicación entre Ourense y Monforte.

Hasta la madrugada

Durante las siete horas siguientes la vía permaneció cortada, mientras operarios del servicio de mantenimiento de carreteras retiraban las piedras de la zona y limpiaban la calzada. Según la información de la Guardia Civil, el tráfico quedó totalmente restablecido minutos antes de las cinco de la madrugada.

Se trata del segundo desprendimiento grave que se registra en la carretera N-120 en los últimos meses. En el mes de marzo otro talud se desprendió, en aquella ocasión a cuatro kilómetros de la capital ourensana, provocando un importante caos de tráfico, aunque sin causar tampoco en aquella ocasión accidentes de circulación. En aquella ocasión piedras y rocas de gran tamaño se precipitaron sobre la calzada.

Ayer por la tarde aún permanecían en la zona restos del desprendimiento, que obligará a reforzar el talud.