La Voz de Galicia

Preparan un congreso internacional para recorrer la Vía Nova caminando

Ourense

JESÚS MANUEL GARCÍA OURENSE / LA VOZ

La Fundación Aquae Querquennae pretende una caminata diaria finalizando con una conferencia

31 Jan 2013. Actualizado a las 22:26 h.

La Fundación Aquae Querquennae Vía Nova sigue en su empeño de ayudar poco a poco a crear el ambiente necesario para que la Vía XVIII romana o Vía Nova pueda algún día optar a la candidatura de Patrimonio de la Humanidad. Con este objetivo, los responsables de dicha fundación decidieron hoy organizar un congreso internacional que incluiría un recorrido a pie por esta ruta bimilenaria. Se trataría de empezar en Braga, la antigua Bracara Augusta, e ir caminando por etapas. Al final de cada etapa, se celebraría una conferencia, y así cada jornada. Aunque no hay todavía fecha concreta, el vicepresidente de la fundación, Antonio Rodríguez Colmenero, explicó que se hará en los meses del verano. La primera parte de ese congreso consistiría en hacer rutas hasta Portela de Home.

En esta reunión se acordó que el presupuesto para el presente año sea de 35.000 euros. Los proyectos a llevar a cabo serán consolidar lo excavado en el campamento militar romano, completar la exposición sobre los viajes en la Edad Antigua, que se ubica en la planta baja del Centro de Interpretación de Aquis. En cuanto a la apertura al público de este centro, la economía obliga a reducir su acceso. Hay una persona que lo abrirá los meses del verano a diario y el resto del año, solamente en vacaciones de Navidad o Semana Santa y algún fin de semana largo.

Una ruta innovadora en el imperio romano

La Vía Nova es una calzada romana que unía Bracara Augusta (Braga) con Asturica Augusta (Astorga), dos de las tres capitales de los conventos jurídicos de la provincia Gallaecia, el convento bracarense y el asturicense.Atravesaba la actual provincia de Ourense utilizando la distancia más corta entre las dos ciudades conventuales. Entraba por Portela de Home para salir por la Serra da Enciña da Lastra. Este trazado rompe con el de las vías anteriores de la época de Augusto. Fue construida en la época de los emperadores flavios y puede ser considerada como la gran obra de la dinastía Flavia en Hispania.

Según se deduce de varios miliarios dedicados al emperador Tito y a su hermano Domiciano, la Vía Nova debió de ser inaugurada entre los años 79 y 80 de nuestra era. El gobernador de la provincia Citerior en aquel tiempo era Cayo Calpetano Rantio Quirinal Rufo Valerio Festo. En su recorrido había 11 mansiones para el descanso de los viajeros y de los funcionarios imperiales. Algunas de esas mansios están localizadas gracias a las excavaciones arqueológicas y son: Aquis Originis (Riocaldo, Lobios) y Aquis Querquennis, en Portoquintela (Bande). Su longitud era de 215 millas romanas. Cada milla corresponde a mil pasos, cerca de 1.481 metros

Esta vía recorrería 318 kilómetros.

En cuanto a monumentos epigráficos es posible que esta vía conserve la mayor cantidad de ellos entre todas las construidas en el Imperio romano. Así se encuentran

miliarios, aras dedicadas a los Lares viales o dioses de los caminos e inscripciones honoríficas como una dedicada a Trajano que al parecer conmemora la construcción de Ponte Bibei. Grandes obras de ingeniería de esta vía, siendo ella misma una gran obra son:Ponte Bibei, levantado con Trajano y, dos mil años después, aún en uso, además de restos de cimentación romana en Ponte Navea, y Ponte Cigarrosa.

Los miliarios marcaban el trazado viario y a través de inscripciones indicaban tanto las distancias a Braga o a Astorga, expresadas en millas, como las dedicatorias a los emperadores. Eran, además, un soporte para la propaganda imperial. Los hay dedicados a Trajano, a Tito, a Adriano, a Caro así como a Carino, Juliano o Constantino I.

Por la Baixa Limia el trazado de la Vía Nova es a media ladera para evitar crecidas y la construcción de grandes puentes. Hay un gusto por la horizontalidad, de ahí que sus pendientes no superen el 6 %. Investigadores como Moreno Gallo indican que la pendiente máxima que como norma se aplicaba a las vías romanas era del 8 %, y que ésta era excepcional y limitada a tramos cortos, lo que evitaba que las bestias se agotasen o sufrieran más de lo aconsejado y que le transporte de mercancías se viese afectado por este factor. Su anchura era suficiente para que pudieran cruzarse dos carros, entre los 5 y 7 metros. Presenta cortes en las rocas y muros de contención en la parte inferior de la ladera para rellenar su interior con piedras y tierra, evitando tener que cortar la montaña. Sobre ese firme se colocaba el pavimento que o bien era de tierra batida o de lajas planas.

¿Cómo conseguían los ingenieros romanos tanta precisión? Tomarían referencias fijas desde puntos elevados, lo que les permitía abarcar distancias considerables. Esta triangulación valdría, además, para otras obras de ingeniería que se establecían sobre ese territorio. En cuanto a desmontes en roca para hacer discurrir la Via Nova, tenemos el ejemplo de los existentes en los Codos de Larouco, donde se aprecian espectaculares desmontes en piedra tallados. Junto a la Ponte Bibei se aprecian tallados romanos que destacan por la constancia de la inclinación, por la finura del propio tallado y por la altura alcanzada en algunos puntos. Estos trabajos maravillaron al Licenciado Molina en el siglo XVI, obras que no entendía cómo pudieron ser realizadas siglos antes. En cuanto a la construcción del pavimento, las investigaciones indican que no existió una serie de secciones tipo puesto que las vías, sus tramos, se acomodaban a los materiales que había en cada zona. Co ellos los ingenieros construían la sección que considerasen más que suficiente para la absorción de las cargas. Esa sección era apta para defender la infraestructura de los daños del agua, y se construía buscando la durabilidad. eran Tudae y Aquae Flaviae. Según Plinio, en este territorio había 285.000 contribuyentes. La actividad económica más importante era la explotación minera y la industrial, la cerámica.

Hoy esta vía romana es el principal monumento de la Antigüedad que tiene la provincia ourensana. Pero para que pueda ser patrimonio de la Humanidad lo primero es localizarla exactamente en todo su recorrido.


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