El crimen
Ourense
06 Mar 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Hace unos días me pasaba por WhatsApp un amigo una noticia sobre las declaraciones que el obispo de Ourense hizo en la misa a San Rosendo, en Celanova. «No podemos justificar el crimen de inocentes en el vientre de sus madres, tenemos que ayudar y procurar buscar otras soluciones», parece ser que espetó al público Leonardo Lemos Montanet.
Mi amigo -que sabe lo que nos hace- me envió el enlace añadiendo el siguiente comentario: «Tu obispo, el que te cayó tan bien en la entrevista, el formado». Y es que hace unos meses -en diciembre, concretamente- pude preguntarle por el feminismo directamente al señor Montanet. Él me dijo que la mayor parte del trabajo pastoral y organizativo en el Obispado lo desempeñan mujeres. Yo le expliqué que feminismo no es tener a más mujeres trabajando, sino tenerlas en igualdad de condiciones que a los hombres.
«La iglesia reserva el ministerio ordenado para varones. Pero la historia de la iglesia está llena de mujeres de un fuste intelectual enorme. El don del sacerdocio es un regalo que se encomienda a varones, pero no significa excluir. No podemos plantear el feminismo desde la tesitura de los derechos porque ahí estamos igualados», se le escapó al contestarme. No es cierto.
Pese a discrepar con él, sigo diciendo que es un hombre con el que se puede discutir. Con estudios. Lo que ocurre es que no son los estudios que me gustarían para los que vienen detrás. Los prefiero en equidad. En donde quepan también aquellos con los que disiento profundamente. Lo contrario sí me parece un crimen que combatir con urgencia.