Ciudadana Lama

Era el día de la mujer y las niñas en la ciencia, pero en Ourense, sitio distinto dentro de la Galicia distinta, fue el día de la mujer en la política. El día en que la señora Montse Lama comunicó su baja en Cs, el partido naranja al que representaba en el Concello de Xinzo y en la Diputación. Ya no. Solo se representa a sí misma. Dice que no quiere ser una moneda de cambio ni una marioneta, pero hubiera aceptado pactar con el PP para ser vicepresidenta del organismo provincial. No querrá ser tampoco moneda del cambio. La oferta del PSOE le parecía rocambolesca. Ese pacto de gobierno con el PP sería para que todo siguiese igual. Su abandono de Ciudadanos -en plena regresión de la formación que lidera Inés Arrimadas y a la que se aupó la ciudadana Lama cuando estaba en ascenso- es para que todo siga igual, para mantener la estabilidad de José Manuel Baltar. Muy «gatopardiana». En el día en el que se reivindica el papel y la figura de las mujeres científicas para inspirar a las niñas de hoy, en Ourense tenemos el referente de mujer política de Montse Lama. Hacen falta mujeres investigadoras, científicas, deportistas y también políticas. Pero dudo que la señora Lama sea un ejemplo a seguir. Habrá que revisar qué ha aportado su presencia en la política durante tantos años a la sociedad ourensana porque este nuevo vaivén hace que se cuestione que quiera hacer algo más que seguir estando ahí. En algo no le falta razón. Quizás en Ciudadanos no saben poner a Ourense en el mapa ni adaptarse a su idiosincrasia. Eso ella lo aprendió en el PP de Baltar. ¿Vuelta a la casa paterna?