La Voz de Galicia

Llaman a la Policía Local de Ourense para quejarse de ruidos en un piso y eran niños abriendo sus regalos

Ourense

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Las protestas vecinales por exceso de barullo se saldaron sin denuncias en una noche de Reyes tranquila para los agentes

07 Jan 2022. Actualizado a las 07:16 h.

La noche de Reyes transcurrió en la capital ourensana sin incidentes de gravedad. La apertura de muchos locales hasta las tres de la madrugada animó a muchos vecinos de la ciudad y visitantes de otros lugares a salir a bares y pubs, pero también fueron muchos los que optaron por las celebraciones en viviendas particulares.

Fueron, precisamente, ese tipo de encuentros los que provocaron más quebraderos de cabeza a los agentes de Policía Local que se encontraban de servicio durante la madrugada. Así, según ha trascendido, las llamadas a la central de comunicaciones por parte de vecinos que se quejaban de ruidos en viviendas cercanas fueron las protagonistas de una noche en la que, desde el punto de vista del cumplimento de horarios por parte de los establecimientos de hostelería, no se produjeron denuncias.

Así trasciende del balance de una madrugada en la que los agentes municipales llegaron incluso a personarse en una vivienda de la ciudad en la que los ruidos provenían de niños que estaban abriendo los regalos de los Reyes Magos. Ocurrió a la una y media de la madrugada, cuando en la centralita se recibió un aviso en el que se alertaba de que se estaba registrando una fiesta en una vivienda de la calle Chano Piñeiro. Enseguida se trasladó al lugar una patrulla policial, cuyos agentes localizaron el piso del que procedían los ruidos. Resultó que en la casa no había una fiesta, sino un encuentro familiar protagonizado por pequeños que estaban recibiendo sus obsequios.

El exceso de celo de algunos ciudadanos también hizo sospechar de un local situado en las inmediaciones de la catedral que se encontraba, según se denunciaba en otra comunicación, abierto más allá de su horario, si bien tampoco en este caso se verificó ese dato. Cuando se personaron los agentes el local estaba cerrado y quienes hacían ruido eran personas que se encontraban en el exterior.

En total fueron seis las llamadas denunciando exceso de ruidos en varios puntos del casco urbano, que se saldaron sin denuncias.

 

Un positivo en alcohol

Además, a primera hora de la noche los agentes localizaron a un conductor ebrio circulando por la calle Ribeiriño. Arrojó una tasa de 0,82, por lo que fue denunciado al juzgado. Otro automovilista fue interceptado circulando sin la ITV pasada.


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